BS"D
VAIELEJ וַיֵּלֶךְ
Deuteronomio
31:1-30 Haftará: Hosea 14:2-10; Mijá 7:18-20
ROSH HASHANÁ
רֹאשׁ הַשָּׁנָה
MATERIAL DE ESTUDIO
DE GAL EINAI
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🌸PRIMER SHABAT SHALOM DEL AÑO✨
SHABAT VAIELEJ, SHUVA
*QUERIDOS
AMIGOS*
Este Shabat es Shabat Shuvá, el Shabat del Retorno, entre Rosh
Hashaná y Yom Kipur.
Cuando nos volvemos a Dios en esta temporada de teshuvá, lo
hacemos con una experiencia de pura excitación de amor: no importa lo
que haya sucedido entre nosotros hasta ahora, lo perdonamos por todo lo que nos
causó dolor. Todo lo que deseamos es renovar el amor entre nosotros. Ese perdón
con el que nos volvemos a Dios despierta una respuesta equivalente hacia nosotros:
Dios se vuelve hacia nosotros, perdonándonos incondicionalmente incluso
antes de que le pidamos perdón.
En la plegaria de los Trece Atributos de Misericordia decimos: “נֹשֵׂא עָוֹן” – “Él lleva la falta”.
A primera vista, es sorprendente:
¿qué significa que Hashem lleva los pecados? ¿Acaso no deberían ser
borrados o castigados?
Los Sabios y la Jasidut nos revelan
un secreto: Hashem, en Su infinita misericordia, no deja que la falta
destruya a la persona. Él mismo la sostiene, la “carga” y la retiene en
Sus manos hasta que el judío despierte y haga teshuvá. En ese momento, la
falta no solo desaparece, sino que puede convertirse en mérito, porque
el alejamiento mismo provoca un retorno más profundo y más fuerte.
El Baal Shem Tov enseña que Hashem
acompaña al judío incluso en sus caídas más oscuras. Allí mismo, “שוכן איתם בתוך טומאותם” – “Él habita con ellos aun en su impureza”
(Vaikrá 16:16). Hashem sostiene el peso para que no lo destruya, esperando el
instante en que el corazón se quiebre y retorne.
💡 Por eso, Shabat Shuvá es el momento de
escuchar ese llamado: Hashem ya está cargando con el peso de nuestros
errores. Lo único que nos pide es que abramos el corazón en tefilá, que
convirtamos el peso en alas, y que permitamos que la teshuvá transforme la
oscuridad en luz.
Así se cumple el versículo: “שובה ישראל עד ה' אלקיך” – “Retorna Israel hasta Hashem tu Dios”. El
retorno no es hacia un lugar lejano, sino hacia Aquel que ya estuvo cargando
con nosotros todo el tiempo.
✨ Que este Shabat Shuvá sea un momento en que
cada uno sienta cómo Hashem lleva sus cargas, y cómo la teshuvá abre el camino
a un nuevo año de pureza, luz y cercanía a Él.
Shabat Shalom uMevoraj! 🍷🍞
¡Les deseo un año feliz, saludable y dulce!
*RABINO JAIM FRIM y el equipo de Gal
Einai en Español*
MENSAJE COMPLETO:
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artículos de esta semana en
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donde cada palabra vibra con la
esencia jasídica de conexión, luz y transformación interior.
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“Sea Tu voluntad, Hashem nuestro Di-s
y Di-s de nuestros padres, que se construya el Beit HaMikdash pronto en
nuestros días y danos nuestra porción en Tu Torá”.
El Beit
HaMikdash es el corazón de cada judío, sobre el cual está dicho: “Y
harán para Mí un Santuario y moraré dentro de ellos” – dentro del corazón
de cada uno y uno de Israel.
“¿Cuál es el
servicio que está en el corazón? Se dice: esta es la tefilá (plegaria)”,
pues “Mi Casa será llamada Casa de Oración para todas las naciones”.
“Ojalá
rezara la persona todo el día entero” – esto es, el latido constante del corazón en
su movimiento de “ratzó vashov”: con los ojos abajo y el corazón arriba,
en plegaria al Dios vivo, todos los días de la vida.
La Torá
está en la mente. El estudio de la Torá con profundidad es el “servicio del
intelecto”.
La tefilá conecta el corazón con Hashem. La Torá conecta la mente con Hashem.
Este es el
secreto de los tefilín: los del brazo, sobre el corazón → tefilá; y los
de la cabeza, sobre la mente → Torá.
Primero el corazón y después la mente, pues “el interior del corazón domina
sobre el intelecto”.
“Ibane
[que sea construido] el Beit HaMikdash” – tiene las mismas letras que Biná
(entendimiento), y Biná corresponde al corazón (Biná liva).
“Jelkeinu [nuestra porción] en Tu Torá” – corresponde a la Jojmá
(sabiduría), como es sabido: “Qué buena es nuestra porción” en Jojmá,
que es el intelecto.
“Que se
construya el Beit HaMikdash” = la Torá nueva que revelará el Rey
Mashíaj, gracias a transformar la tefilá (interioridad del corazón) en Torá
(nueva, cuando la interioridad del corazón domina al intelecto, como se
explicó).
“Danos
nuestra porción en Tu Torá” = la Torá en sus dos dimensiones: Torá escrita y
Torá oral.
Esto significa: la unificación de mi letra en el Sefer Torá (pues Israel
son las iniciales de “Iesh Shishim Ribó Otiot LaTorá”, hay 600,000
letras en la Torá) y mi innovación en la Torá oral.
El primer ministro, antes de la llegada del Mashíaj, debe prepararle el
camino.
En la Jasidut se sostiene que antes de la venida del Mashíaj deben reaparecer
los Padres del Jasidut – nuestro maestro el Baal Shem Tov, el Rav
Maguid de Mezritch y el Admur HaZaken (Alter Rebe).
Pero si al inicio de la Jasidut ellos aparecieron como tzadikim, ahora
deben aparecer como reyes. ¿Cómo se verán?
En nuestro mundo, antes de que se establezca la realeza del Mashíaj, los
“reyes” son los primeros ministros:
En primer lugar debe aparecer el Baal Shem Tov, como un primer ministro
totalmente entregado a la integridad del pueblo, a la reparación de la
sociedad con un gran amor por cada judío, cuidando la honestidad en los
negocios con respeto mutuo, preocupación por el prójimo y un sentimiento de
hermandad. Él unirá al pueblo alrededor de la fe en Hashem y del amor a Israel.
Después debe
aparecer el Maguid de Mezritch, como un primer ministro que se ocupa de
la integridad de la tierra. A partir del consenso creado en una sociedad
corregida y creyente, despertará la conexión con la Tierra – el sentimiento de
que aquí, y solo aquí, se puede servir a Hashem con plegaria y entrega – y
guiará al pueblo a conquistar y anexar toda la Tierra.
En la tercera etapa debe aparecer el Admur HaZaken, como un primer ministro que se
ocupa de la integridad de la Torá. Solo en este nivel se debe
transformar la fe y la plegaria en una obligación legal para todo el
Estado de conducirse de acuerdo con la Torá en todas sus leyes y detalles,
inspirado por la alegría del estudio de la Torá por la Torá misma.
En la política actual las cosas se mueven rápido, y tres generaciones
pueden concentrarse en tres cadencias de un primer ministro dinámico y
renovador, que actúa en el orden correcto de pasos, tras los cuales y desde
dentro de ellos aparecerá el Rey Mashíaj, ¡de inmediato, enseguida mismo!
En Rosh Hashaná coronamos sobre nosotros a Hashem y en los Diez Días de
Teshuvá nos ocupamos en la construcción de la realeza. El artículo
principal del boletín de esta semana, extraído de un farbrenguen de Jái
Elul, trata sobre este orden necesario para la corrección del Estado – una
teshuvá pública que construye la realeza, hasta que merezcamos el cumplimiento
de “Y será Hashem Rey sobre toda la tierra”.
Razi
CARGA NUESTROS PECADOS
“נֹשֵׂא עָוֹן – Nosé Avón”
Razi nos contará adónde “lleva” Hashem
todos nuestros pecados.
Escrito por: Shilo Ofan
¡Shalom, niños!
¡Llegamos al punto culminante! Tras los
treinta días del mes de Elul, en los que el Rey estuvo con nosotros en el
campo; después de Rosh Hashaná, cuando el Rey entró a Su palacio y fue coronado
como Rey sobre nosotros; los Diez Días de Teshuvá ya están por terminar, y
ahora hemos llegado al día especial, “una vez al año”: ¡Yom Kipur!
Quien tiene el mérito de participar en el
recitado de las Seliot nota de inmediato la plegaria principal que se
repite una y otra vez, sin importar el rito de la oración: los Trece
Atributos de Misericordia. Pero en Yom Kipur es algo diferente: los
recordamos en cada una de las plegarias de este día santo. No es de
extrañar, pues en este día Moshé Rabenu los recibió de Hashem; por lo tanto,
está claro que este es el día más apropiado para recitarlos y para que produzcan
su efecto: despertar sobre nosotros la misericordia de Hashem, bendito sea.
De entre los trece atributos, hoy quiero
que conozcamos un poco más a fondo los últimos de la lista: describimos
allí a Hashem como Aquel que “lleva la iniquidad, la rebeldía y el pecado”
(nose avón vafesha vejattá). ¿Qué significa? ¿A dónde “lleva” Hashem
todos estos?
¿Qué estás adelantando?
Fue al final del recreo de las 12:00. El
timbre anunció el comienzo de la siguiente clase y todos salimos corriendo del
patio. Había que alcanzar a beber algo y pasar por el baño antes de que el moré
Tzají entrara al aula, porque con él no hay salidas desde el inicio hasta el
final de la clase. Imagínense cómo se ve una fontanilla con solo cuatro
grifos cuando veinte niños se empujan a la vez, cada uno queriendo
ser el primero. Como soy bastante bueno corriendo, llegué de los primeros a la
fila. Delante de mí sólo había cuatro niños.
“¿Dónde está Rafael? Alguien lo está
buscando”. Rafael, de cuarto grado, era el chico que estaba delante de mí en la
fila. Dudó un instante —lo noté—: si salía un momento, perdería su lugar
y tendría que irse al final, pero quizá aún alcanzaba a salir, ver de qué se
trataba y volver. “Estoy delante de ti”, me dijo Rafael; “¿puedes guardarme
el lugar?”. “Sí, claro”, le respondí, “pero vuelve rápido: no hay
lugares reservados”. Medio minuto pasó, y Shmulik, el segundo de la fila,
ya estaba por terminar y dejar su lugar a Rafael, el siguiente. Giré la cabeza
hacia atrás y he aquí que Rafael entraba justo entonces, solo que en ese
mismo segundo se abrió paso hasta el grifo un chico de sexto y ocupó su
lugar. “¡Eh, chico, es su turno!”, le grité, pero decidió ignorarme:
simplemente abrió el grifo y empezó a beber.
¿Qué fue lo que hice ya?!
Les ahorraré la descripción de la pelea que
estalló en los siguientes minutos… Lo que sí quiero contarles es el “juicio”
que llevó a cabo su madrij/educador, que vino a ocuparse del incidente y
apagar el incendio que se había desatado. Pidió que pasáramos todos los
involucrados y testigos —incluido yo— a su sala, y comenzó a investigar
el evento con detalle.
Lo que nos asombró a todos fue la ingenuidad
fingida de ese chico: “¿Qué quieren? Rafael salió, perdió su turno”.
“Sí, pero viste que ya había vuelto”, le respondió Yaki, que estaba primero en
la fila. “No lo vi”, se justificó el chico. Extraño; a mí me pareció que
sí lo vio muy bien. “No lo viste, pero seguro lo oíste; ¡te grité!”, le
repliqué. “No escuché”, siguió haciéndose el inocente. De repente
también tenía problemas de audición… “Pero no entiendo”, insistió el educador;
“aunque no viste ni oíste, ¿por qué tú tenías que ocupar su lugar? ¡Tú
ni siquiera estabas en la fila!”. “Justo nos iban a empezar una prueba;
entonces mi turno ‘adelanta’, ¿no?”. En ese punto todos estallamos: ¿de
dónde sacaba esos argumentos? ¿Acaso nosotros no teníamos cosas
urgentes?
Una justificación que irrita
Entonces el educador pidió que saliéramos:
“Quiero hablar contigo a solas”. No tengo idea qué se dijo adentro ni me
interesaron los resultados de la charla, pero sí puedo describir la sensación
afuera, no solo la mía sino la de todos. Notamos un fenómeno interesante: no sé
qué pensaba ese chico al intentar venderse a sí mismo —y a nosotros— sus
excusas; pero cuanto más se atrincheraba en su postura y la justificaba, más
nos irritaba.
¿Qué creen que habría pasado si, en lugar
de excusas y justificaciones ese niño hubiera dicho algo como: “Es verdad,
vi y oí, realmente no estuvo bien. Perdón”? Supongo que a la mayoría se nos
habría pasado el enojo bastante rápido. Creo que incluso Rafael habría
aceptado la disculpa: “Está bien, todos somos humanos; a veces también nosotros
nos equivocamos”.
¿Y nosotros? La verdad es que ese chico
no es un fenómeno tan raro. También nosotros a veces actuamos así. Por lo
general, cuando nos equivocamos o hacemos algo indebido, tendemos a justificarnos:
explicar por qué tenemos razón, por qué el acto “no fue tan grave”, o por qué
“no fue culpa nuestra”. ¿Saben qué significa la palabra “lehitztadek”
(justificarse)? Como “lehitkaleaj” es “ducharse a sí mismo” y “lehitlabesh” es
“vestirse”, “lehitztadek” es “hacerse tzadik” (justo). Pero si de verdad
tengo razón, ¿por qué necesito “hacerme” justo? Parece que no estoy
tan seguro… Por eso, entre jasidim se acepta que un jasid verdadero nunca
quiere “tener razón”; quiere ser siempre bueno.
“Carga” y “lleva la iniquidad”
¿Cómo se vería la petición de perdón de ese
“justificador” ante Hashem? Diría algo así: “Hashem, hice tal y tal cosa, y en
verdad no estuvo bien, pero no es del todo mi culpa…”, y empezaría a
enumerar sus excusas. Claro que así no se hace teshuvá. “¿Viniste a
explicarme cuán justo eres? Si es así, ya te las arreglas solo; no me
necesitas. Muy bien, adelante, arréglate sin Mí…”.
Pero cuando un judío pasa de ‘tener
razón’ a ser ‘bueno’, entiende enseguida dónde está el problema: en mí,
no en nadie más. Se dirige a Hashem y le dice: “Dueño del mundo, yo, y solo
yo, soy el responsable; eso está claro. No intento sacarme la
responsabilidad de encima. Pero, ¿quién me ayudará a cambiar? Hashem,
necesito Tu ayuda; solo Tú puedes ayudarme”.
¿Y cómo responde Hashem a ese judío? Por
supuesto, Hashem, bendito sea, “lleva la iniquidad”: toma todo el
peso de la responsabilidad sobre Sí mismo. Mira con ojos de misericordia a
ese judío y, por así decir, se dice: “No está intentando evadir; de verdad le
cuesta. No puede solo. ¿Tal vez yo cargué sobre él demasiado? ¿Acaso Yo
‘tengo culpa’ de esto?”. Hashem descarga de sobre el judío que retorna en
teshuvá el peso de la carga, y de inmediato le perdona y lo
absuelve.
¡Que tengamos el mérito de volver con teshuvá
completa!
¡Gmar Jatimá Tová para todos!
Razi
Shabat Shuvá
8 de Tishrei de 5767 –
Kfar Jabad Resumen
de las clases del Rabino Itzjak Ginsburgh[1]
Noche de Shabat:
Introducción del traductor
En Isaías (יְשַׁעְיָהוּ),
capítulo 46, versículo 10, el versículo completo
dice:
מַגִּיד
מֵרֵאשִׁית אַחֲרִית, וּמִקֶּדֶם אֲשֶׁר לֹא-נַעֲשׂוּ; אֹמֵר עֲצָתִי תָקוּם,
וְכָל-חֶפְצִי אֶעֱשֶׂה.
"Declaro
el final desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no ha sido hecho;
Yo digo: 'Mi consejo permanecerá, y haré todo Mi deseo'".
Significado en su contexto original: En el libro de Isaías, es una declaración poderosa de Dios sobre Su
omnisciencia y soberanía. Afirma que solo Él conoce el resultado de la historia
("el final") desde el mismo comienzo ("el principio") y que
Su plan se cumplirá indefectiblemente.
Uso en el texto que leeremos: El shiur toma esta frase y le da una interpretación jasídica
muy profunda (drash). Utiliza el doble significado de la palabra מַגִּיד (Maguid), que no solo significa "el que declara",
sino que también es el título del Maguid de Mezeritch, el sucesor del
Baal Shem Tov.
Por lo tanto, el texto lo interpreta como
que el Maguid de Mezeritch es la figura que "conecta y guía" desde el
"principio" (reshit) de la revelación del Jasidut (el Baal
Shem Tov) hasta su "final" (ajrit) o desarrollo posterior (el
Alter Rebe).
______
A. Shabat Shuvá – La Corona de la Torá
"EL QUE DECLARA EL FINAL DESDE EL PRINCIPIO"
"מגיד מראשית אחרית"
MAGUID MERESHIT AJARIT
En la visión del Tercer Templo en [el libro
de] Ezequiel, también el día de Yom Kipur es llamado "Rosh Hashaná".
Según esto, todo el período de los Diez Días de Teshuvá (Retorno) está en la
categoría de "Rosh Hashaná", donde el aspecto particular del
"principio" (reshit) de Rosh Hashaná son los días de Rosh
Hashaná mismos, y el "final" (ajarit) de Rosh Hashaná es Yom
Kipur.
Así, según la Cabalá, los dos días de Rosh
Hashaná corresponden a la letra Iud (י) del Nombre Havaiah,
bendito sea —que incluye tanto la espina de la Iud (la Corona, Keter,
a la que corresponde el primer día de Rosh Hashaná) como el cuerpo de la Iud
(la Sabiduría, Jojmá, a la que corresponde el segundo día de Rosh
Hashaná)— y el día de Iom Kipur corresponde a la letra Hei (ה)
superior, la sefirá de Biná (Entendimiento), de la cual (y de la
revelación de Atiká en ella) proviene la pureza del día de Iom Kipur.
Las sefirot de Jojmá y Biná —la Iud y la Hei superior— son
llamadas en el lenguaje del Séfer Ietzirá "la profundidad del
principio" (omek reshit) y "la profundidad del final" (omek
ajarit), lo que apoya la definición de Rosh Hashaná y Iom Kipur como el
"principio" y el "final" de Rosh Hashaná.
Según esto, se puede interpretar el dicho
de nuestros Sabios "Todo año que es pobre (rashá) en su comienzo
[en el aspecto de 'm reshit shaná', faltándole la letra álef]
se enriquece en su final [en el aspecto de 'ajrit shaná']" también
sobre el proceso que se atraviesa en los Diez Días de Teshuvá (como es sabido,
aunque en su sentido simple este dicho se refiere al principio y al final del
año entero —de Tishrei a Elul—, en el Jasidut se aplica a períodos de tiempo
cada vez más cortos, incluyendo incluso la duración del toque del shofar, en el
que se sopla por su lado estrecho, que es "desde la estrechez" de
"reshit shaná", e inmediatamente el sonido emerge por su lado
ancho y se amerita "me respondió en la vastedad de Dios" de "ajrit
shaná").
Y he aquí que entre el
"principio" y el "final" de "Rosh Hashaná" se
requiere una fuerza que conecte y atraiga —un "intermediario
conector" (que es superior a los dos aspectos que conecta, como es
sabido)— que tiene el poder de ser como "el que declara [en el sentido de
atraer y guiar] el final desde el principio" (maguid m'reshit ajarit).
El "intermediario que declara el final desde el principio" entre Rosh
Hashaná y Iom Kipur —y entre los diferentes aspectos de Teshuvá que hay en
ellos— es Shabat Teshuvá, que posee la fuerza del Rebe para servir como
"intermediario conector". (Y en particular, esta fuerza de
"declarar el final desde el principio" pertenece al Maguid de
Mezeritch, de bendita memoria, quien conecta al Baal Shem Tov —que está en el
aspecto del "principio" de la revelación del Jasidut en el nivel de
Keter— con el Alter Rebe —que está en el aspecto del "final" de la
revelación del Jasidut, en el buen gusto y conocimiento de Biná—).
TRES CORONAS
En el lenguaje de la Cabalá,
"cabeza" (rosh) es un apelativo para la sefirá de Keter
(la Corona). Los tres aspectos de "cabeza del año" (Rosh Hashaná)
dentro de los Diez Días de Teshuvá —es decir, Rosh Hashaná, Shabat Teshuvá y Iom
Kipur— deben ser meditados en correspondencia con las tres coronas que enumera
Rabí Shimón bar Iojái: "Hay tres coronas: la Corona de la Torá, la
Corona del Sacerdocio y la Corona del Reinado".
Rosh Hashaná
es, por supuesto, el día que corresponde a la "Corona del Reinado"
(Keter Maljut) — el día de la coronación de Dios, bendito sea, a
través de una inmensa y absoluta auto-anulación (bitul) ante el
"Dueño de la Voluntad". (A diferencia del bitul durante el
resto del año, que es una anulación ante la Voluntad Divina revelada, en Rosh
Hashaná nos anulamos ante el "Dueño de la Voluntad" mismo, con la
decisión de hacer todo lo que Él decrete, en el nivel de "haremos y
oiremos").
Iom Kipur
es, por supuesto, el día de la "Corona del Sacerdocio" (Keter
Kehuná) — el día de Aarón, el Sumo Sacerdote, el único apto para
realizar todos los servicios de ese día. (En él se alcanza la cumbre de la
perfección de Mundo-Año-Alma, con la entrada del Sumo Sacerdote —el alma más
elevada— al Santo de los Santos —el lugar más elevado— en el día más sagrado
del año, como es sabido).
Según esto, queda claro que Shabat
Teshuvá corresponde a la "Corona de la Torá" (Keter Torá).
Shabat es un día destinado a la Torá. Y mientras que en los seis días de la
semana el servicio de la Torá se realiza principalmente a través del habla
(como en "'porque son vida para quienes las encuentran' — no leas 'para
quienes las encuentran' (motzeihem) sino 'para quienes las expresan (motzieiehm)
con la boca'"), en Shabat el servicio es la contemplación de la Torá en el
pensamiento y principalmente el servicio de "contemplar la gloria del
Rey" (l'istakla bikara d'Malka).[1]
La Teshuvá (retorno) del nivel de la "Corona de la Torá" es el
retorno a ver la Divinidad en cada cosa y asunto. Después de establecer al Rey
en Rosh Hashaná, en Shabat Teshuvá se puede merecer "contemplar la gloria
del Rey", "que nuestros ojos contemplen al Rey en Su esplendor".
En esta distribución se resalta la virtud de Shabat Teshuvá —la virtud del
intermediario conector, como se mencionó antes—, ya que la Corona de la Torá es
la primera mencionada en la Mishná, y en todo el capítulo de "La
Adquisición de la Torá" se enfatiza su superioridad y su pertenencia a
todos.
Las tres coronas de la Mishná corresponden
a las tres "cabezas" dentro de Keter —Radl"a (la cabeza
incognoscible), Reisha de'Ain (la cabeza de la nada) y Reisha de'Arij
(la cabeza extendida)— que a su vez corresponden a las facultades de Fe-Placer-Voluntad
(Emuná-Taanug-Ratzón). Aunque en la Mishná las coronas están ordenadas
como Torá-Sacerdocio-Reinado, la correspondencia sigue lo explicado en los
libros sagrados, que las tres coronas están insinuadas en el versículo "oro
fino de ofir" (rosh kétem paz) en el orden de Sacerdocio-Torá-Reinado:
- La Corona del Sacerdocio está en el secreto de la Fe
(Emuná). Abraham, nuestro padre, el primero de todos los creyentes
y quien difundió la fe en Dios en el mundo, fue el primer sacerdote. Así,
la función de cada sacerdote es enseñar Torá y conocimiento al pueblo, y
principalmente infundir en ellos la fe.
- La Corona de la Torá está en el secreto del Placer
(Taanug). El principal deleite (óneg) de Shabat es el placer
del alma en su contemplación de la Divinidad, "contemplar la gloria
del Rey y nada más" (cuando una persona no tiene ningún otro placer
más que el hecho mismo de contemplar al Rey desde la auto-anulación, en el
nivel de Reisha de'Ayin).
- La Corona del Reinado está en el secreto de la Voluntad
(Ratzón). El rey es el dueño de la voluntad firme ante la cual nada
puede oponerse.
Según esto, la Teshuvá de Rosh Hashaná
es el retorno de todas las voluntades, en anulación, al Dueño de la Voluntad:
Hashem, Rey del universo. La Teshuvá de Shabat Teshuvá es el retorno de
todos los placeres al placer principal de ver la Divinidad en cada cosa, el
placer de la Torá. La Teshuvá de Yom Kipur es hacia el punto mismo de la
fe en el alma —hacia la Iejidá (la esencia del alma) que se revela en
las cinco plegarias del día sagrado—, hacia el movimiento de auto-sacrificio (mesirut
nefesh) absoluto. (Un auto-sacrificio como el de Rabí Akiva, quien toda su
vida anheló tener el mérito de entregar su vida —razón por la cual leemos sobre
su acto en Yom Kipur—. En cambio, un auto-sacrificio como el de Abraham, quien
en su entrega a difundir la palabra de Dios y Su reinado en el mundo estaba
dispuesto a entregar su vida si se le requería, corresponde más a Rosh
Hashaná).
Y LA CORONA DEL BUEN NOMBRE LAS SUPERA A TODAS"
Ciertamente, después de todo esto, surge la
pregunta: ¿qué es la "corona del buen nombre" (Keter Shem Tov)
que "las supera a todas"? Esta pregunta se refuerza al notar que la
Mishná enfatizó que hay "tres coronas", y sin embargo, enumeró
cuatro. Por lo tanto, se debe entender que la "corona de un buen
nombre" es inseparable de las otras. Por esta razón, también es difícil
conformarse con la comprensión (bien ilustrada en la portada de la primera
edición del libro del Shlá HaKadosh) de que la Corona de la Torá pertenece a
Moshé Rabenu, la Corona del Sacerdocio a Aarón el Sumo Sacerdote, la Corona del
Reinado al Rey David, y por encima de ellas se eleva y crece la joven corona
del Rey Mashíaj, que es la corona del buen nombre, ya que entonces, al final,
habría cuatro coronas.
Los comentaristas de la Mishná explican que
la "corona del buen nombre" se refiere a una buena reputación, en su
sentido literal. Un rey, un sumo sacerdote o un erudito de la Torá también
deben ser conocidos como buenas personas, con quienes el espíritu de la gente
se siente a gusto, y por ende, es claro que también el espíritu del
Omnipresente se siente a gusto con ellos. Solo entonces son merecedores del
honor por su sacerdocio, su reinado o su Torá (el merecimiento del honor es el
significado simple de ser coronado). Si no es así, si un rey, un sacerdote o un
erudito no tienen un buen nombre —y resulta que tal situación es posible—
entonces no solo no son dignos de ser honrados, sino que hay una profanación
del Nombre de Dios en su comportamiento y no tienen el encanto de la gracia en
su corona principal. (Y esto se aplica particularmente al erudito de la Torá,
cuya función es hacer amado el Nombre del Cielo a través de su buen nombre, y
no causar, Dios no lo quiera, una profanación del Nombre de Dios por el hecho
de que, a pesar de su Torá, no tiene una buena reputación). Según esto, la
"corona de un buen nombre" no es una corona que se cuenta por sí
misma. Puede, por supuesto, aparecer por sí sola, como el buen nombre de un
judío simple (de aquellos que nuestro maestro el Baal Shem Tov apreciaba, y
quienes están conectados a él merecen la corona de un buen nombre), pero la
corona de honor que este título confiere viene precisamente a través de las
coronas de la Torá, el Sacerdocio y el Reinado.
Ahora bien, ¿cómo se explicará en conceptos
de la Cabalá qué es la "corona de un buen nombre"? Para una buena
explicación del asunto, parece más apropiado explicar que las tres coronas
corresponden a otra manifestación de las "tres cabezas" (Guimel
Reishin) dentro de Keter, explicada en los escritos del Arizal: las tres
cabezas en el Partzuf (semblante) de Arij Anpin por sí solo: Gulgalta
(cráneo), Avira (aire) y Moja Stima'a (cerebro oculto).
Según esta Cabalá, la Corona del Sacerdocio
corresponde a la Gulgalta, en la que se inviste el Jésed (bondad)
de Atik Iomin (el Anciano de Días); el atributo de Jésed es el que
caracteriza a los sacerdotes, comenzando por el primer sacerdote, Abraham
nuestro padre. La Corona de la Torá corresponde a la Avira, en la que
ilumina el Daat (conocimiento) de Atik Iomin; la Corona del
Reinado corresponde a la Moja Stima'a (en la que se inviste la Guevurá
- rigor - de Atik Iomin), que es la fuente de la creación de los mundos
inferiores y de su refinamiento y rectificación, el trabajo del rey. Esta
correspondencia también explica bien por qué la Mishná finalmente antepone la
Corona de la Torá a la del Sacerdocio y a la del Reinado: aunque el orden de
las tres cabezas es en el secreto de "roshó kétem paz", [2]en
la Avira ilumina una emanación del Daat de Radl"a (la cabeza
incognoscible), que es superior a las emanaciones de Jésed y Guevurá de Atik
que se encuentran en la Gulgalta y en la Moja Stima'a. Según
esto, la corona de un buen nombre es la totalidad de Radl"a,
que reside por encima de la Gulgalta, y por lo tanto no se cuenta entre
las "tres coronas" (de Arij Anpin) porque pertenece a otro
sistema.
Sin embargo, a pesar de todo, según esta
explicación cabalística, la corona de un buen nombre no está desconectada del
sistema de coronas que están debajo de ella, ya que dentro de la Avira
de Arij ilumina el Daat de Radl"a, una emanación de la
propia corona de un buen nombre. Según esta estructura, se agudiza la
afirmación —mencionada antes en el sentido simple— de que principalmente debe
haber una conexión entre la corona de un buen nombre y la Corona de la Torá.
Pero también se puede describir como una
conexión inversa: la corona de un buen nombre puede aparecer por sí sola, en
judíos simples (cuando merecen una iluminación directa de Atik Iomin, no
a través de las coronas del Partzuf de Arij Anpin), y es sabido
por nuestro maestro el Baal Shem Tov que muchas veces envió a sus discípulos a
impresionarse con la corona del buen nombre de los judíos simples.
Ciertamente, el Baal Shem Tov no se
conformó con la revelación de la corona de un buen nombre, sino que envió a sus
discípulos a esforzarse y trabajar en el estudio y la guía de los judíos
simples, poseedores de la corona de un buen nombre, hasta que también
merecieran las coronas adicionales, y principalmente la Corona de la Torá.
De manera muy similar, la corona del buen nombre del Mesías —que es
la principal corona de un buen nombre— ilumina precisamente en el ámbito del
estudio de la Torá. Sobre el Mesías se dice que será más humilde que Moshé
Rabenu porque enseñará Torá a los Patriarcas y a los judíos simples (algo que
no encontramos en Moshé Rabenu, quien enseñó a todo Israel en general). La
humildad del Mesías es la corona de su buen nombre, y se expresa precisamente
en su Corona de la Torá y en su voluntad de transmitirla también a los judíos
simples que ya están coronados con la corona de un buen nombre.
[1] Esa frase, "לְאִסְתַּכְּלָא בִּיקָרָא דְמַלְכָּא" (le'istakla bikara d'Malka), es una expresión aramea que
proviene del Zohar, el libro fundamental de la Cabalá.
Significado:
·
Traducción
literal: "Contemplar la gloria del Rey" o
"Mirar el honor del Rey".
·
Significado
profundo: No se refiere a una visión física, sino a
una percepción espiritual profunda o una meditación en la
manifestación de la Divinidad. Es el estado más elevado de conciencia que
una persona puede alcanzar, donde percibe la majestuosidad y la presencia de
Dios en la Creación.
Contexto en el que se usa (como en
el texto que me diste):
La frase está fuertemente asociada
con el Shabat. La literatura cabalística y jasídica enseña que el
principal "placer" (óneg) del Shabat no es el descanso físico,
sino el placer espiritual del alma. El Shabat es el momento más propicio para
desconectarse de las distracciones del mundo y dedicarse a esta contemplación
sagrada, a "contemplar la gloria del Rey".
En resumen, es un término técnico de
la Cabalá para describir el clímax de la meditación y la percepción espiritual,
que es la vocación principal del alma, especialmente en el día de Shabat.
[2] El Significado Místico y Cabalístico
En los textos que hemos analizado,
esta frase se utiliza como un código para entender la estructura interna de la Sefirá
más elevada: Keter (la Corona).
La Cabalá enseña que Keter no es una
entidad simple, sino que contiene tres niveles internos, tres
"cabezas" (Gimel Reishin). El versículo "Roshó kétem
paz" se utiliza para describir estos tres niveles en un orden específico:
1.
Roshó (רֹאשׁוֹ - Su Cabeza):
Corresponde al nivel más elevado y oculto de Keter. En el texto que vimos, se
asocia con la Corona del Sacerdocio (Keter Kehuná). Representa la
Fe (Emuná) pura y la conexión esencial que está más allá del
intelecto. Es el nivel de Gulgolta (el cráneo), la estructura externa y
contenedora.
2.
Kétem (כֶּתֶם - Oro Fino):
Corresponde al nivel intermedio. Se asocia con la Corona de la Torá (Keter
Torá). Representa el Placer (Taanug) sublime que se
deriva del estudio profundo de la sabiduría divina. Es el nivel de Avira
(el éter o aire), un espacio intermedio que conecta y que es superior en su
raíz, como vimos que "el intermediario conector es superior a los dos
extremos".
3.
Paz (פָּז - Oro Refinado):
Corresponde al nivel más "bajo" de los tres (aunque sigue siendo
increíblemente elevado). Se asocia con la Corona del Reinado (Keter
Maljut). Representa la Voluntad (Ratzón) de crear y
gobernar el mundo. Es el nivel de Moja Stima'a (el cerebro oculto),
donde reside el potencial de la creación.
¿Por qué es importante este orden?
Como bien señalaba el texto anterior,
la Mishná enumera las coronas en el orden de Torá-Sacerdocio-Reinado. Sin
embargo, este versículo revela un orden místico más profundo: Sacerdocio-Torá-Reinado.
Esto enseña que la Fe (Keter
Kehuná) es la base fundamental y más elevada. A partir de esa fe, emana el Placer
del estudio de la Torá (Keter Torá), y de ambos surge la Voluntad
de manifestar la Divinidad en el mundo a través del Reinado (Keter
Maljut).
En resumen, "Roshó kétem
paz" es mucho más que una descripción poética. Es un mapa cabalístico
de los niveles más elevados de la conciencia Divina, que nos enseña cómo la Fe,
el Placer espiritual y la Voluntad se interrelacionan para formar la Corona
Suprema de la Creación.
ROSH HASHANÁ Y MÚSICA JUDÍA
05 AVINU MALKEINU PADRE
NUESTRO REY NUESTRO 24 DE TEVET HILULA ADMUR HAZAKÉN con el RABINO GINSBURGH
https://pnimi.org.il/%d7%93%d7%9e%d7%9e%d7%94-%d7%95%d7%a7%d7%95%d7%9c-%d7%90%d7%a9%d7%9e%d7%a2/
DESDE EL SILENCIO SE OYE EL SONIDO
En Rosh Hashaná, el día de la creación del
mundo, tenemos el mérito de escuchar el sonido del shofar.
¿Qué relación existe entre las voces y la estructura del mundo? ¿Cómo se
conecta esto con el secreto de Jashmal? ¿Y de qué manera todo esto se
une con Jái Elul y los tzadikim que recordamos en esta fecha?
✍️ Escrito por Rajel
Ferensi
📂
Categoría: Jái Elul | Rosh Hashaná | Música judía
EL MUNDO SURGE DE LA VOZ
“Con diez declaraciones fue creado el
mundo”: el universo nació a través de la voz.
Las ondas sonoras son vibraciones del aire – ruaj.
En el Séfer Ietzirá se explica que
todas las existencias del mundo fueron formadas a partir del nivel de ruaj,
que en el Tanaj significa despertar y fuerza vital, como el movimiento descrito
en la visión de la Merkavá que contempló Iejezkel el profeta: “ki
ruaj hajaia baofanim”, “pues el espíritu de vida en las ruedas”.
En la creación del hombre está escrito: “Y
sopló en su nariz un nishmat-alma de vida, y fue el hombre un nefesh
Jaia, un espíritu vivo”. Nishmat Jaim, “Alma de vida” se relaciona con el
sentido del canto, mientras que “espíritu vivo” corresponde al sentido del
habla (como traduce Onkelos: nefesh jaiá – “un espíritu que habla”).
Nuestros Sabios dijeron: “Todo lo viviente
se mueve” – y si se mueve, genera sonido.
La física moderna demuestra que en todo lo
que existe, incluso en lo inanimado, hay un movimiento constante.
En esencia, no es posible unir lo material
con lo espiritual sino en el roce de “toca y no toca”, mati velo mati, o
en un movimiento de “correr y retornar”.
Estas oscilaciones entre el ser y el no-ser son el pulso de la vida del
universo, y están ligadas al secreto del Jashmal.
EL CANTO DENTRO DEL JASHMAL
¿Qué es más importante, el silencio o la
palabra?
Sobre los seres vivientes que vio Iejezkel
se dice: “A veces callaban y a veces hablaban”.
Así interpretan nuestros Sabios la palabra Jashmal
en la visión de la carroza: Jash–mal, donde jash es el silencio,
y mal es la palabra, como en “mi malel” (¿quién hablará?) o “ruaj
memalelá” (espíritu parlante).
Nuestros Sabios enseñan: “Una palabra vale
una moneda, el silencio vale dos”.
Entonces, ¿cuánto vale un canto?
El Baal Shem Tov explicó que, en verdad, la
palabra Jashmal se compone de tres partes: Jash–mal–mal. Es
decir, entre el “jash” (silencio) y el “mal” (palabra) se oculta un mal
adicional.
Mientras que el primer mal significa
palabra, el mal intermedio significa corte, diferenciación, como en brit
milá, el pacto de la circuncisión.
En el contexto de silencio y palabra, este mal
intermedio es como un puente en el alma que conecta entre el callar y el hablar
– ¡y eso es el canto!
Desde un punto de vista numérico, el mal
intermedio se sitúa entre el dos del silencio (jash) y el uno de la
palabra (mal final). Puede considerarse entonces como un valor de uno y
medio, que corresponde al concepto de “entero y medio”, explicado en muchos
lugares como la plenitud que surge de la unión de dos (por ejemplo, las letras iud–hei
del Nombre de Hashem).
El silencio, sin duda, tiene una gran
superioridad sobre la palabra.
Pero el canto está mucho más allá de ambos.
EL CANTO COMO “ENTERO Y MEDIO”
El concepto de “entero y medio” se
relaciona profundamente con el mundo de la música – que está construida sobre
tonos y medios tonos.
Así, el canto es la armonía secreta que
surge de la danza entre el silencio y la palabra, entre el ser y el no-ser,
entre el movimiento del universo y el pulso oculto de la vida.
Puedes leer más sobre el secreto del Jashmal
y el “entero y medio” en el artículo: “Recordaré mi melodía en la noche”.
https://galeinai.org.il/t/books/toc_h3_0_16/content/toc_h1_5
EL ESPÍRITU DE JÁI ELUL
En Jái Elul, el día que infunde vitalidad
al trabajo del mes de Elul, recordamos y nos fortalecemos con tres
acontecimientos importantes:
– El día del fallecimiento del Maharal de Praga.
– El nacimiento de nuestro maestro, el Baal Shem Tov.
– Y el nacimiento del Admor HaZaken, Rabí Shneur Zalman de Liadí.
El Admor HaZaken estaba genealógicamente
vinculado al Maharal, generación tras generación; se consideraba nieto
espiritual del Baal Shem Tov, y cita a ambos en su obra Tania.
Una observación sobre las fechas de estos
eventos revela un vínculo aún más profundo entre ellos:
📜 Entre
el fallecimiento del Maharal en Jái Elul del año 5369 (שס"ט) y
el nacimiento del Baal Shem Tov en Jái Elul del año 5458 (נח"ת) hay
89 años, cuyo valor numérico equivale a la palabra “דממה” –
silencio.
📜 Más
adelante, entre Jái Elul del año 5369 y el nacimiento del Admor HaZaken
en Jái Elul del año 5505 (קה"ת),
hay 136 años, cuyo valor numérico corresponde a la palabra “קול” –,
sonido, voz.
Así, la secuencia de los acontecimientos
está insinuada en el versículo del libro de Iov:
“Silencio y voz escucharé” (Iov 4:16).
– Silencio: los años entre el Maharal y el Baal Shem Tov.
– Voz: los años entre el Baal Shem Tov y el Admor HaZaken.
El silencio alude al nacimiento del Baal
Shem Tov y la voz al nacimiento del Admor HaZaken.
Como vimos en la palabra “Jashmal”,
el silencio (jash) y la voz (mal) se enlazan y se perciben como
una sola continuidad, aunque sean opuestos.
EL SIGNIFICADO ESPIRITUAL
El Baal Shem Tov representa el secreto del “silencio”
(dmamá).
El Admor HaZaken representa el secreto de la “voz” (kol).
🔹 El
Baal Shem Tov trajo al mundo el “dmamá” – un estado de asombro y
sobrecogimiento silencioso: “A Ti el silencio es alabanza” (Tehilim
65:2). Él reveló en cada judío el punto divino “silencioso”, el resplandor
del nivel oculto de la corona del alma, que se manifiesta como un recogimiento
reverente ante el misterio divino.
🔹 El
Admor HaZaken vino a transformar esa “d'mamá” en “voz”: a mostrar cómo se puede
tomar ese silencio extático del alma frente a la infinitud de lo divino, y
traducirlo en palabras, en comprensión, en los recipientes de la mente.
Estos dos procesos no están separados, sino
que son en realidad un mismo proceso con dos etapas: “Silencio y voz” –
que resuenan juntos en el secreto del Jash–mal.
En el mundo espiritual de Atzilut ambos
niveles pueden revelarse al unísono. En nuestro mundo físico, en cambio, sólo
podemos captar y “escuchar” cómo están entrelazados y llamados a sonar en
armonía.
Jojmá y Biná: silencio y voz
La labor del “silencio” corresponde
a la sefirá de Jojmá (Sabiduría), sobre la cual dijeron los Sabios: “Una
valla de la sabiduría es el silencio”.
La labor de la “voz” corresponde a
la sefirá de Biná (Entendimiento), como se expresa en la bendición: “para
escuchar la voz del shofar”. El shofar, de hecho, está asociado a Biná.
Jojmá y Biná son llamados en el Zohar “dos
compañeros que nunca se separan” (trein rein delo mitparshin le-almin).
En el alma, se revelan y “suenan” siempre juntos, como silencio y voz que se
complementan eternamente.
UN ESPÍRITU ATRAE A OTRO ESPÍRITU
En Jái Elul se revelan tres espíritus:
el espíritu del Maharal, el espíritu del Baal Shem Tov y el espíritu del Admor
HaZaken.
Estos tres espíritos están insinuados en la
expresión del Zohar:
“Ruaj aiti ruaj veamshej ruaj” – un espíritu atrae a otro espíritu y
continúa un espíritu.
Un espíritu que ascendió en Jái Elul dio la
fuerza para que otros dos descendieran al mundo.
LOS TRES ESPÍRITUS
🔹 El
primer espíritu es el del Maharal de Praga, quien sentó las bases y
brindó una inspiración inmensa para toda la Torá y el movimiento jasídico. Su
espíritu ascendió y retornó a lo alto en Jái Elul.
🔹 En un
movimiento complementario, descendieron al mundo dos espíritus:
– El del Baal Shem Tov, espíritu de despertar y entusiasmo, sobre el
cual se aplicó el versículo: “Una ciudad y un santo descendieron del cielo”,
aludiendo a su nacimiento en el año “Naját” (נח"ת,
descanso). La palabra “ir” (ciudad) se interpreta aquí como “despertar”. El
Baal Shem Tov apareció en una época de gran oscuridad y abatimiento, cuando el
pueblo de Israel yacía casi desvanecido. Su propio nombre, Israel, refleja su
misión: susurrar el nombre “Israel” al oído del pueblo, para despertarlo del
desmayo espiritual en que estaba sumido. También insufló un nuevo espíritu de
vida en el canto judío, transformándolo en parte esencial del servicio a Dios.
– El segundo espíritu es el del Admor
HaZaken, que guía y enseña cómo realizar esa inspiración y entusiasmo. Ya
no basta con el susurro o el silencio; ahora se requiere una voz clara y
comprensible. Con el desarrollo de la doctrina de Jabad, reveló a muchos la
profundidad interna del alma y del propio canto judío, con su tono
característico y refinado.
LA CUARTA DIRECCIÓN: EL ESPÍRITU DEL
MASHÍAJ
Por lo general, se habla de cuatro
espíritus (como los cuatro vientos del cielo), insinuados en la palabra צדיק
(tzadik): tzafón (norte), darom
(sur), yam (oeste) y kedem (este). El tzadik incluye en sí todos
los vientos y sabe cuál espíritu corresponde a cada persona.
Así también en Jái Elul debe reconocerse un
cuarto espíritu: el espíritu del Mashíaj. Los tres espíritus (del
Maharal, del Baal Shem Tov y del Admor HaZaken) deben despertar al cuarto.
En la profecía de Yejezkel sobre la
resurrección de los huesos secos, se dice:
“De los cuatro vientos ven, espíritu”.
El espíritu del Mashíaj está asociado con el norte (tzafón), para
rectificarlo. El norte representa algo negativo – “Del norte se abrirá el
mal”–, símbolo del instinto del mal llamado tzafoni, como en el
versículo: “Y alejaré de vosotros al del norte”, que alude a la futura
eliminación del iétzer hará.
Pero el norte también se asocia con lo
bueno: “¡Cuán grande es Tu bondad, que reservaste para quienes Te temen!”.
Incluso la melodía que inspiraba al rey David venía del norte, como enseña el
Talmud: “Dijo Rabí Levi: un arpa estaba colgada frente a las ventanas de
David, y el viento del norte soplaba sobre ella de noche, y sonaba por sí sola”.
ESCUCHAR LA VOZ DEL SHOFAR
“Y se tocará con gran shofar, y se
escuchará una voz de delicado silencio…”
Estos días, especialmente a partir de Jái
Elul, son días de preparación para Rosh Hashaná.
Buscamos despertar: “La voz de mi Amado
llama: ábreme”, y recordar que el Santo nos colocó en el mundo para hacer
resonar nuestra voz.
La Torá misma comienza y termina con un
canto:
– Bereshit (בראשית) puede leerse como “shír taav – un canto anhelado”.
– Israel (ישראל), la última palabra, contiene las letras “shír El – canto de
Dios”.
El proceso de “un espíritu atrae a otro
espíritu y continúa un espíritu” se relaciona especialmente con el mes de Elul,
acrónimo de “Ani ledodi vedodi li – Yo soy de mi Amado y mi Amado es mío”.
La inspiración desde abajo (ani ledodi) provoca una respuesta y ayuda
desde lo Alto (vedodi li).
Pero en verdad, este proceso comienza con
un paso previo: una ayuda oculta desde lo Alto, que se manifiesta en la primera
“ruaj”. Es la atmósfera espiritual que viene a auxiliarnos para iniciar. Es esa
bat kol (voz celestial) que diariamente proclama: “Retorna, hijos
descarriados”.
LA BENDICIÓN
Que sea la voluntad de Hashem que, por el
mérito de estos tzadikim, logremos insuflar vitalidad en Elul y merezcamos la
revelación del espíritu del Mashíaj, sobre quien dice el versículo con las
cuatro “rujot”:
“Reposará sobre él el espíritu de
Hashem: espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza,
espíritu de conocimiento y temor de Hashem” (Ieshaiahu
11:2).
Y que incluso antes de Rosh Hashaná podamos
ya escuchar la voz del shofar:
“Y será en aquel día, se tocará con gran shofar…”.
(El Arca se abre.)
Padre nuestro, Rey nuestro, hemos pecado
ante Ti.
Padre nuestro, Rey nuestro, no tenemos Rey más que Tú.
Padre nuestro, Rey nuestro, actúa [benevolentemente] con nosotros por amor a Tu
Nombre.
Padre nuestro, Rey nuestro, renueva para nosotros (en días de ayuno: bendícenos
con) un buen año.
Padre nuestro, Rey nuestro, un buen año.
Padre nuestro, Rey nuestro, quita de nosotros todos los decretos severos.
Padre nuestro, Rey nuestro, anula las intenciones de nuestros enemigos.
Padre nuestro, Rey nuestro, frustra los planes de nuestros adversarios.
Padre nuestro, Rey nuestro, elimina a todo opresor y adversario contra
nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, cierra las bocas de nuestros adversarios y
acusadores.
Padre nuestro, Rey nuestro, quita la peste, la espada, el hambre, el cautiverio
y la destrucción de los miembros de Tu pacto. Padre nuestro,
Rey nuestro, retén la plaga de Tu herencia.
Padre nuestro, Rey nuestro, perdona y perdona todas nuestras iniquidades.
Padre nuestro, Rey nuestro, borra y quita nuestras transgresiones de delante de
tus ojos.
Padre nuestro, Rey nuestro, borra en tus abundantes misericordias todos los
registros de nuestras deudas [pecados].
Padre nuestro, Rey nuestro, tráenos de vuelta a ti en un arrepentimiento
sincero.
Padre nuestro, Rey nuestro, envía una sanación completa a los enfermos de tu
pueblo.
Padre nuestro, Rey nuestro, rasga el mal [aspecto] del veredicto decretado
contra nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos con un recuerdo favorable ante ti.
Entre Rosh Hashaná y Yom
Kipur :
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro de la buena vida.
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro de la redención y la
liberación.
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro del sustento y la
subsistencia.
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro de los méritos.
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro del perdón y la remisión.
En un día de ayuno público (excepto el
ayuno de Gedalías ):
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por una vida buena.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por la redención y la liberación.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por el sustento y la subsistencia.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por nuestros méritos.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por el perdón y la remisión.
Padre nuestro, Rey nuestro, haz que la
liberación florezca pronto para nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, exalta la gloria de Israel tu pueblo.
Padre nuestro, Rey nuestro, exalta la gloria de tu ungido.
Padre nuestro, Rey nuestro, llena nuestras manos con tus bendiciones.
Padre nuestro, Rey nuestro, llena nuestros almacenes con abundancia.
Padre nuestro, Rey nuestro, escucha nuestra voz, ten piedad y compasión de
nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, acepta nuestra oración con misericordia y con
favor.
Padre nuestro, Rey nuestro, abre las puertas del cielo a nuestra oración.
Padre nuestro, Rey nuestro, que se recuerde que solo somos polvo.
Padre nuestro, Rey nuestro, te suplicamos, no nos alejes de ti con las manos
vacías.
Padre nuestro, Rey nuestro, que esta hora sea una hora de misericordia y un
tiempo de favor ante ti.
Padre nuestro, Rey nuestro, ten compasión de nosotros y de nuestros infantes y
niños.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por el bien de aquellos que fueron asesinados
por tu santo Nombre.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por los que fueron masacrados por Tu
Unicidad.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por los que pasaron por el fuego y el agua
para la santificación de Tu Nombre.
Padre nuestro, Rey nuestro, venga la sangre derramada de Tus siervos.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Ti, si no por nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Ti y líbranos.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Tus abundantes misericordias.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Tu gran, poderoso y temible Nombre que se
proclama sobre nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, ten piedad de nosotros y respóndenos, pues no
tenemos obras meritorias; trátanos con caridad y bondad y líbranos.
(El Arca está cerrada.)
LA GRADUALIDAD EN EL PROCESO DE TESHUVÁ
Con la ayuda de Dios
he tenido el mérito de ocuparme en acercar a las personas a la Torá y las
mitzvot. Es sabido que cada persona que retorna en teshuvá tiene su propio
‘ritmo’, y cuando está casado también depende del ‘ritmo’ de su esposa y su
familia. En este contexto surgen preguntas prácticas:
En el caso en que la
persona duda si cumplir las mitzvot, y parte de sus consideraciones son que su
esposa o su familia se oponen, ¿hasta qué punto se le debe presionar para que
lo acepte todo de inmediato, y hasta qué punto decirle que lo haga con paciencia
y gradualmente?
¿Qué se puede decir en
un caso aún más difícil, cuando el esposo ya ha aceptado completamente sobre sí
mismo el yugo de la Torá y las mitzvot, pero su esposa no está dispuesta a
aceptar nada, incluso no la pureza familiar? ¿Está permitido decirle lo mismo,
cuando él ya decidió guardar la Torá y las mitzvot?
Respuesta:
Ante todo, ciertamente no
se puede ni se debe decir a un judío que desea retornar en teshuvá que
transgreda una prohibición de karet con su esposa nidá.
En general, respecto a
aceptar el yugo de la Torá y las mitzvot, siempre se debe alentar a avanzar,
pero sin presionar. En todo caso, es recomendable sugerir a la pareja que
tengan una conversación con un guía jasídico y esforzarse por apoyar al cónyuge
que está en el proceso de teshuvá, explicando que incluso desde la lógica
humana simple hay más lugar a considerar al que tiene sensibilidad y compromiso
moral, en comparación con quien solo tiene sentimientos. Y, por supuesto, todo
debe hacerse con amor y con el deseo de mantener el hogar juntos en paz y
alegría.
¿SOY DEL EREV RAV?
Últimamente estoy
abrumado por pensamientos y sensaciones negativas: siento vacío y desconexión
emocional de todo lo que me rodea, y también desconexión de mi alma divina.
Además, siento que todos los que están relacionados conmigo, en algún nivel,
resultan perjudicados. ¿Es posible que mi alma pertenezca al ‘Erev Rav’? En
general, ¿qué significa tener un alma de Erev Rav?, ¿cómo se puede saber si lo
soy? y, sobre todo, ¿cómo se puede rectificar esto?
RESPUESTA:
Esos pensamientos
provienen únicamente del instinto del mal. Debes apartar tu mente de ellos por
completo, esforzándote intensamente (invirtiendo todas las fuerzas de tu alma)
en hacer el bien al prójimo, tanto material como espiritualmente. En cuanto a la
sensación de vacío, parece que tu raíz está en la luna de la santidad, en la
dimensión de Iehoshúa ben Nun y David, de quienes se dijo: ‘no tienen nada
propio’.
Debes reflexionar que
todo proviene de Dios, que es bondadoso, y Él te ama mucho, desea tu bien y
quiere otorgarte el mérito de brindar bondad al prójimo.
ASPIRACIONES QUE PROVIENEN DEL INSTINTO
DEL MAL
Últimamente he notado
que tengo talento para dedicarme a la comunicación, y me he sentido muy atraído
por ese campo. Por otro lado, temo que ese deseo tenga su raíz en el instinto
del mal. ¿Cómo se puede saber si este deseo es verdadero y bueno?
RESPUESTA:
Ya hemos explicado
anteriormente que en nuestra generación no hay tanto énfasis en los conceptos
de instinto del bien e instinto del mal, y lo principal es la actividad
práctica hacia un objetivo, en el área que más te conviene. Por lo tanto, es
bueno que te ocupes en mejorar los mensajes en la comunicación e incluso en la
propaganda en la Knéset si allí ‘te desenvuelves’ bien (y sientes, por
experiencia, que realmente es útil).
Debes aclarar en tu
pensamiento cada mañana cuál es la meta a la que aspiras, verte a ti mismo como
un emisario, y cumplir con las tareas durante el día. ¡Bendición de mucho
éxito!
🕯 ROSH
HASHANA Y VAIELEJ 5785
*JUDAÍSMO PARA TODOS*
*📖 CABALÁ Y JASIDUT*
📖 Rabino Jaim Frim*
El Rabino Ginsburgh, meditar en shofar
en el nivel de maamar significa escuchar en esa palabra una declaración
viva de Hashem: “Tu fuego interior es santo, pero necesita Mi voz para
dirigirse, endulzarse y volverse vida. Así transformarás tu entusiasmo en
verdadero ‘elige la vida’.”
MATERIAL DE ESTUDIO:
https://galeinai.org/2025/09/22/el-shofar/
De las enseñanzas del Rabino Itzjak
Ginsburgh y su
sistema de contemplación cabalística:
🔹 1. Las cinco etapas de la
contemplación en cada palabra
El Rabino Ginsburgh enseña que cada
palabra hebrea puede contemplarse en cinco niveles, que son como
“peldaños” de meditación:
🌟 EL RELATO DEL NIETO DEL BAAL SHEM TOV 🌟
Contó Rabí Moshé Jaim Efraim, nieto
amado del santo Baal Shem Tov,
conocido como el autor del Deguel Majané Efraim:
Una vez, en la noche que sigue a
Rosh Hashaná, me hallaba yo de pie junto a mi abuelo, el santo y luminoso Baal
Shem Tov.
Él se volvió hacia mí y me reveló un
secreto de lo que ocurre en los cielos
en el día solemne del juicio.
💫 Dijo así: En Rosh Hashaná, ante el Rey del
Juicio,
se presentan los patriarcas del mundo. A veces son nombrados los siete pastores
—Abraham, Itzjak, Iaakov, Moshé, Aharón, David y Shlomó—, y a veces sólo los
tres patriarcas sagrados: Abraham, Itzjak e Iaakov.
Ellos, los padres del pueblo, elevan
y entregan ante el Santo Bendito Sea
los méritos de cada hijo e hija de Israel.
Y allí también se encuentra Moshé
Rabenu, nuestro fiel pastor,
que actúa como un mediador incansable, que va de un lado a otro,
y presenta una y otra vez las virtudes de Israel ante el Rey de reyes.
👁️🗨️ Y Moshé, con su sabiduría, mira la
balanza y el compás,
se asegura que los méritos crezcan, que las buenas acciones se multipliquen,
para que no se eleven, Dios no lo permita, los acusadores y las faltas
por encima de las virtudes.
Cuando terminó de relatarme esta
visión, mi abuelo, el santo Baal Shem Tov, me miró a los ojos y me
preguntó:
✨ “¿Acaso no es éste un acto hermoso?”. ✨
📖 Tradición jasídica transmitida por el
Deguel Majané Efraim (Fuente: Kikar HaShabat)
MÚSICA JASÍDICA
תוים פנימיים - גַּל עֵינַי - השער
לפנימיות התורה
Parashat Vaielej, (וַיֵּלֶךְ)
- "Y fue Moshé"
Deuteronomio 31:1-30
Es la porción de la Torá que se
leerá este próximo Shabat, conocido como Shabat Shuvá, el Shabat entre
Rosh Hashaná y Iom Kipur. Su ubicación en el calendario la hace especialmente
poderosa y relevante para este momento del año.
Vaielej es una de las porciones más
cortas de la Torá, pero está increíblemente cargada de emoción, significado y
enseñanzas fundamentales. Narra los eventos del último día de la vida de Moshé
Rabenu y la transición de liderazgo a la siguiente generación.
Resumen de los Acontecimientos
1. La Despedida
de Moshé: La
parashá comienza con las palabras "Y Moshé fue...". Anuncia al pueblo
que ha llegado a la edad de 120 años y que ya no podrá "salir y
entrar" (liderarlos). Confirma que no cruzará el río Jordán.
2. El
Nombramiento de Yehoshúa (Josué): Frente a toda la congregación, Moshé presenta a Yehoshúa como su
sucesor. Le transfiere el liderazgo y le da el mensaje que se convertirá en el
lema de toda la historia judía.
3. "¡Sé
Fuerte y Valiente!" (Jazak ve'Ematz): Moshé anima primero a todo el pueblo y luego
directamente a Yehoshúa, diciéndoles: "¡Sean fuertes y valientes! No
teman... porque Hashem, tu Dios, es Quien va contigo; no te dejará ni te
abandonará".
4. La Torá como
Testigo: Moshé
termina de escribir el rollo de la Torá y se lo entrega a los Cohanim
(sacerdotes) y a los Levitas, instruyéndoles que lo coloquen al lado del Arca
del Pacto para que sirva como un "testigo" eterno para el pueblo de
Israel.
5. El Precepto
de Hakhel: Moshé
establece la mitzvá de Hakhel ("Congregarse"). Cada siete
años, al final del año sabático (Shemitá), durante la festividad de
Sucot, todo el pueblo —hombres, mujeres, niños y conversos— debía reunirse en
el Templo de Jerusalén para escuchar al rey leer secciones de la Torá.
6. La Profecía
y el "Ocultamiento del Rostro": Dios le revela a Moshé que, después de su
muerte, el pueblo eventualmente se desviará, romperá el pacto y servirá a otros
dioses. Como consecuencia, Dios dice: "Yo ocultaré Mi rostro (Hester
Panim) en aquel día".
7. El Cántico
como Testimonio:
Para contrarrestar esto, Dios le ordena a Moshé y a Yehoshúa que escriban un
cántico (la Shirá de la siguiente parashá, Ha'azinu), que servirá como
un testimonio que "no será olvidado de la boca de su descendencia".
Temas y Significados Profundos
(Cabalá y Jasidut)
1. La Transición y el "Ir"
de Moshé
El nombre "Vaielej"
("Y él fue") no se refiere solo a un movimiento físico. El Zohar y el
Jasidut explican que Moshé "fue" a cada nivel del pueblo, desde los
líderes hasta la persona más simple, para despedirse personalmente y
transmitirle a cada alma la fuerza necesaria para continuar sin él. Es un acto
de humildad y conexión profunda, en el que el líder desciende para elevar a su
pueblo. Representa la transición de una era de milagros revelados a una era de
servicio a Dios dentro de la naturaleza.
2. "¡Sé Fuerte y
Valiente!": El Manual para el Futuro
Este no es un simple eslogan de
ánimo. Es el manual de instrucciones espiritual para toda la existencia
judía en el exilio y en la vida personal.
- Fuerza
(Jazak):
Representa la fortaleza para mantenerse firme en los principios y
compromisos, para no ser derribado por los desafíos.
- Valentía
(Ematz):
Representa el coraje para avanzar activamente, para tomar la
iniciativa en la santidad y luchar contra la negatividad interna y
externa.
Este doble mandato es la herramienta
que se nos da para poder navegar una realidad donde el liderazgo de Moshé (la
revelación abierta) ya no está presente.
3. Hakhel: El Antídoto de la Unidad
El precepto de Hakhel es la
cura preventiva para la profecía del futuro alejamiento. ¿Cómo se evita la
desintegración espiritual? A través de la unidad y la reinspiración colectiva.
Al reunirse todos para escuchar la Torá de boca del rey, se reafirma la
identidad nacional y el pacto con Dios. Simboliza la idea de que la fuerza de
la comunidad y el retorno a la fuente (la Torá) son la clave para superar
cualquier desafío.
4. Hester Panim: Encontrando a Dios
en la Oscuridad
Este es uno de los conceptos
teológicos más profundos. "Ocultamiento del Rostro" no significa que
Dios desaparece, sino que Su Providencia deja de ser evidente y manifiesta. El
Jasidut enseña que incluso dentro del ocultamiento más profundo (hester), se
encuentra la esencia de Dios. En el versículo (Devarim 31:18), Dios dice
"Y Yo (Anójí) ciertamente ocultaré...", la palabra hebrea para
"Yo" es Anójí, la misma palabra con la que comienzan los Diez
Mandamientos: "Yo (Anójí) soy Hashem, tu Dios". Esto nos
enseña que la esencia misma de Dios se puede encontrar precisamente dentro de
la oscuridad del ocultamiento. Nuestra misión es buscar y revelar esa presencia
oculta.
La Conexión con Rosh Hashaná y Iom
Kipur
Leer Vaelej en Shabat Shuvá
es una lección magistral de preparación:
- Teshuvá
y Valentía: El
trabajo de Teshuvá (retorno) de estos días requiere exactamente la
instrucción de Moshé: fuerza para mantener nuestras buenas
resoluciones y valentía para enfrentar honestamente nuestras fallas
y cambiar.
- Transición
Personal: Así
como Israel pasó de un líder a otro, en Rosh Hashaná nosotros pasamos de
un año a otro. Dejamos atrás el "año viejo" y aceptamos sobre
nosotros el desafío y el potencial del nuevo, coronando a Dios como
nuestro Rey y Líder.
- Revelación
vs. Ocultamiento: En Rosh Hashaná, rezamos para que en el nuevo año Dios nos muestre
un "rostro" de misericordia y bendición, y no uno de Hester
Panim. La parashá nos recuerda que nuestras acciones son las que
determinan qué "rostro" de Dios experimentamos en el mundo.
Vaielej no es un relato triste de
despedida, sino una poderosa lección de empoderamiento. Moshé no abandona al
pueblo; le entrega las herramientas eternas para que puedan continuar su misión
en cualquier circunstancia.
HATARAT NEDARIM (הַתָּרַת נְדָרִים),
Es un tema muy importante,
especialmente ahora que estamos en la víspera de Rosh Hashaná. Es fundamental
distinguir entre Hatarat Nedarim y Kol Nidrei, ya que son dos
ceremonias distintas pero relacionadas.
Hatarat Nedarim (הַתָּרַת
נְדָרִים),
que significa "Liberación de Promesas" o "Anulación de
Votos".
¿Qué es Hatarat Nedarim?
Hatarat Nedarim es un procedimiento legal de la ley
judía (halajá) que una persona realiza para anular los votos, juramentos
y promesas personales que haya hecho durante el año que termina y que no ha
podido cumplir, o de los que se arrepiente.
Es un acto proactivo para
"limpiar el expediente" y entrar al Día del Juicio (Rosh Hashaná) con
la mayor pureza y la menor cantidad de obligaciones espirituales pendientes.
¿Cuándo se realiza?
La costumbre principal es realizar
Hatarat Nedarim en la víspera de Rosh Hashaná, es decir, mañana por la
mañana, lunes 22 de septiembre de 2025. Se hace antes de que comience la
festividad.
¿Cómo se hace el Ritual?
A diferencia de Kol Nidrei, que es
una plegaria comunitaria cantada, Hatarat Nedarim es un procedimiento formal
que se realiza ante un tribunal simbólico.
1. Formar un
"Tribunal" (Beit Din): La persona que desea anular sus votos se presenta ante un panel de tres
hombres judíos adultos (mayores de 13 años). En las sinagogas, es común que
el rabino y otros dos miembros de la comunidad se sienten como un tribunal, y
los congregantes se acercan a ellos uno por uno o en grupos.
2. La
Declaración: La
persona recita un texto específico en el que declara que se arrepiente de
cualquier voto, juramento, promesa o resolución personal que haya hecho durante
el año. Pide formalmente a este "tribunal" que lo libere de esas
obligaciones autoimpuestas.
3. La Anulación
por el Tribunal:
Después de escuchar la declaración, los tres miembros del panel responden tres
veces con una fórmula de anulación que dice:
"Están liberados para ti, están
perdonados para ti, están anulados para ti... No hay aquí ni votos, ni
juramentos... sino perdón, absolución y expiación."
Con esta declaración, la persona
queda legalmente absuelta, desde la perspectiva de la ley judía, de esas
promesas personales.
La Diferencia Clave con Kol Nidrei
Es muy fácil confundir Hatarat
Nedarim con Kol Nidrei, pero son ceremonias diferentes. Aquí están las
distinciones clave:
Característica |
Hatarat Nedarim |
Kol Nidrei |
Cuándo |
En la víspera de Rosh Hashaná
(por la mañana) |
En la víspera de Iom Kipur
(justo al anochecer) |
Propósito Principal |
Anular votos del año pasado |
Anular votos para el año
venidero |
Formato |
Un procedimiento legal ante
un panel de 3 personas |
Una plegaria comunitaria
cantada con toda la congregación |
Atmósfera |
Legal, formal, relativamente breve |
Solemne, dramática, altamente
emotiva |
El Significado Espiritual
Al igual que Kol Nidrei, Hatarat
Nedarim se basa en un profundo respeto por el poder de la palabra. En el
judaísmo, las palabras crean realidades y obligaciones. Haber hecho promesas,
incluso a nosotros mismos, y no haberlas cumplido, crea una
"estática" espiritual que nos impide conectar plenamente con Dios.
Realizar Hatarat Nedarim es un acto
de:
- Humildad: Reconocemos que no somos
perfectos y que, a veces, en un momento de inspiración, aceptamos
resoluciones que luego no pudimos mantener.
- Responsabilidad: Demostramos que nos tomamos
nuestras palabras tan en serio que buscamos un medio formal para
liberarnos de ellas.
- Preparación: Es la limpieza final que
hacemos antes de presentarnos en el Día del Juicio. Al anular nuestros
votos, le decimos a Dios: "Vengo ante Ti sin deudas autoimpuestas,
con el corazón abierto y listo para recibir Tu juicio y Tu misericordia
para el nuevo año".
En resumen, Hatarat Nedarim es el
paso final de preparación personal para Rosh Hashaná, un procedimiento
legal que nos limpia espiritualmente para que podamos coronar a Dios como
nuestro Rey con la conciencia tranquila y el corazón puro.
KOL NIDREI
Es, sin duda, una de las plegarias
más famosas, solemnes y conmovedoras de todo el judaísmo. Es el poderoso portal
que nos introduce al día más sagrado del año, Iom Kipur.
Aquí te explico en detalle qué es,
qué significa y por qué tiene un lugar tan central.
¿Qué es Kol Nidrei?
Kol Nidrei (en arameo: כָּל נִדְרֵי,
que significa "Todos los votos") no es una oración de petición o
alabanza a Dios en el sentido tradicional. Es una declaración legal y formal
para la anulación de votos, recitada en la sinagoga al comienzo de Iom
Kipur, justo antes de la puesta del sol.
Su propósito es liberar a la persona
y a la comunidad de los votos, juramentos y promesas personales que no se hayan
cumplido, permitiendo así comenzar el Día del Perdón con la conciencia lo más
limpia posible.
El Ritual: ¿Qué Sucede en la
Sinagoga?
La ceremonia de Kol Nidrei es
increíblemente solemne y está cargada de simbolismo:
1. El Momento: Se lleva a cabo en la transición
del día a la noche, en esos momentos crepusculares antes de que Iom Kipur
comience oficialmente.
2. El Arca
Abierta: El Arón
HaKodesh (el Arca Sagrada donde se guardan los rollos de la Torá) se abre,
y permanece abierto durante toda la recitación, simbolizando que las
"puertas del cielo" están abiertas.
3. Los Rollos
de la Torá: Se
sacan todos los rollos de la Torá del arca. El jazán (cantor) y dos líderes de
la comunidad sostienen los rollos, formando un Beit Din (tribunal
rabínico) simbólico ante el cual se realiza la anulación de los votos.
4. La
Declaración de Inclusión: Antes de comenzar, el jazán recita una fórmula poderosa: "Con el
permiso del Omnipresente y con el permiso de la congregación... consideramos
lícito rezar junto a los transgresores". Esta declaración incluye a todos
en la comunidad, sin importar su nivel espiritual o sus faltas, unificando a
todo el pueblo judío para este momento sagrado.
5. La
Recitación Triple:
El jazán canta la declaración de Kol Nidrei tres veces. La primera vez se canta
en un tono bajo y casi vacilante. La segunda, un poco más fuerte y con más
confianza. La tercera y última vez, se canta a viva voz, simbolizando la plena
confianza en que hemos sido absueltos.
6. La Melodía: La melodía de Kol Nidrei es quizás
más famosa que el texto mismo. Es una melodía antigua, sobrecogedora y
profundamente emotiva que evoca sentimientos de arrepentimiento, anhelo y
solemnidad. Para muchos, este canto es el sonido que define el comienzo
de Iom Kipur.
EL CONTENIDO Y SU SIGNIFICADO
PROFUNDO
¿QUÉ VOTOS SE ANULAN?
Es crucial entender qué tipo de
votos anula Kol Nidrei:
- Votos
Personales: Se
refiere a promesas hechas por una persona a sí misma o a Dios. Por
ejemplo: "Prometo que este año estudiaré Torá todos los días" o
"Juro que dejaré este mal hábito". Son compromisos del ámbito
personal y espiritual.
- NO
anula votos interpersonales: Kol Nidrei NO TIENE NINGÚN PODER para anular promesas,
deudas o juramentos hechos a otra persona, ni contratos o juramentos
hechos ante un tribunal. El perdón para las faltas entre personas solo se
puede obtener pidiendo perdón directamente a la persona afectada.
Nota Histórica Importante: Durante siglos, esta plegaria fue
utilizada maliciosamente por antisemitas para acusar a los judíos de no ser
dignos de confianza, afirmando que sus juramentos no eran válidos. Esta es una
calumnia basada en una ignorancia total del propósito de Kol Nidrei. La ley
judía es extremadamente estricta sobre la obligación de cumplir las promesas
hechas a otras personas, sin importar su religión.
¿Por Qué Empezar Iom Kipur Así?
1. Limpiar la
Conciencia: Antes
de poder pedir perdón a Dios por nuestros pecados, debemos resolver las
"deudas" con nosotros mismos. Los votos rotos y las promesas
incumplidas pesan en nuestra conciencia y afectan nuestra integridad. Kol
Nidrei es un "reseteo" que nos libera de esa carga para que podamos
enfocarnos en el arrepentimiento más profundo.
2. El Poder de
la Palabra: La
ceremonia es un profundo reconocimiento de la santidad y el poder de nuestras
palabras. Al anular formalmente los votos, reconocemos lo serio que es hacer
una promesa y la necesidad de tratar nuestro lenguaje con sumo cuidado.
3. Unidad y
Perdón Comunitario:
Al declarar que "rezamos con los transgresores", Kol Nidrei rompe
todas las barreras. En el momento más sagrado, no hay justos y pecadores, solo
una comunidad unida de pie ante Dios, reconociendo su fragilidad y buscando el
perdón juntos. Históricamente, era una forma de readmitir a la comunidad a
aquellos que habían sido forzados a convertirse o se habían alejado.
En resumen, Kol Nidrei es la
preparación emocional y espiritual para Iom Kipur. Es un acto legal que
limpia nuestra conciencia, un acto espiritual que unifica a la comunidad y un
momento musicalmente sublime que abre el corazón para el trabajo de Teshuvá
(retorno) que se realizará durante las siguientes 25 horas.
TASHLIJ
Es una de las ceremonias más
visuales y simbólicas de Rosh Hashaná. Aquí te explico qué es, en qué consiste
y cuál es su profundo significado.
¿Qué es Tashlij?
Tashlij (en hebreo: תַּשְׁלִיךְ, que significa
"arrojarás") es una ceremonia simbólica que se realiza
tradicionalmente en la tarde del primer día de Rosh Hashaná. Consiste en ir a
un cuerpo de agua natural (como un río, un lago, un mar o incluso un pozo) para
"arrojar" simbólicamente los pecados al agua, como un acto de
purificación y arrepentimiento.
¿En qué consiste el ritual?
1. Ir a un
cuerpo de agua:
Después de la comida del mediodía y el rezo de Minjá del primer día de Rosh
Hashaná, la comunidad o las familias se dirigen a un cuerpo de agua. Se
prefiere que tenga peces. (Si el primer día de Rosh Hashaná cae en Shabat,
la ceremonia se pospone al segundo día por la tarde).
2. Recitar las
plegarias: Se
recitan versículos especiales, principalmente del profeta Miqueas (Mijá), que
es la fuente del nombre y del concepto de la ceremonia:
"¿Qué Dios como Tú, que perdona
la iniquidad y olvida el pecado del remanente de Su heredad?... Él volverá a
tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y arrojará a
lo profundo del mar todos nuestros pecados (וְתַשְׁלִיךְ
בִּמְצֻלוֹת יָם כָּל חַטֹּאותָם)."
(Miqueas 7:18-19)
3. El acto
simbólico: Al
recitar estas plegarias, es costumbre sacudir las esquinas de la ropa o los
bolsillos en dirección al agua. Este gesto representa el acto de desprenderse
de los pecados y "arrojarlos" lejos de uno mismo.
o
Nota sobre las migas de pan: Muchas personas tienen la costumbre
de arrojar migas de pan al agua para que los peces se las coman. Si bien es una
costumbre popular, muchos rabinos (especialmente en Jabad) la desaconsejan,
explicando que el foco debe estar en la plegaria y el gesto simbólico de
sacudir la ropa, no en alimentar a los peces.
El Significado Profundo
Tashlij no es un acto mágico para
"deshacerse" de los pecados. Es una herramienta psicológica y
espiritual muy poderosa que nos ayuda a concretar un proceso interno:
1. Externalizar
la Teshuvá (Retorno):
El arrepentimiento es un proceso interno. Tashlij nos da un acto físico y
tangible para representar nuestro deseo sincero de limpiar nuestra alma y
empezar de nuevo. Ver cómo las corrientes de agua se llevan las cosas nos ayuda
a visualizar cómo la misericordia de Dios se lleva nuestras transgresiones.
2. Simbolismo
del Agua:
o
Purificación: El agua es el principal agente de purificación
en el judaísmo (como en la mikvé, el baño ritual). Ir al agua simboliza
nuestro deseo de purificarnos.
o
Misericordia: En la Cabalá, el mar representa el mundo de Jésed
(bondad y misericordia infinita). Al arrojar nuestros pecados al agua, los
estamos depositando en la infinita misericordia de Dios, que todo lo cubre.
3. Simbolismo
de los Peces (si los hay):
o
Los ojos de Dios: Los peces no tienen párpados, por lo que sus
ojos están siempre abiertos. Esto simboliza la Providencia Divina, el ojo de
Dios que todo lo ve y que está siempre abierto para supervisarnos.
o
Protección del mal de ojo: Se dice que los peces son inmunes
al "mal de ojo", representando nuestro deseo de estar bajo la
protección divina.
o
Una llamada de atención: Así como los peces pueden ser
atrapados en una red de un momento a otro, nosotros también podemos ser
atrapados en la red del juicio. Esto nos inspira a arrepentirnos mientras
todavía tenemos tiempo.
4. Conexión con
la Soberanía: En la
antigüedad, los reyes eran coronados cerca de un manantial o río (el Rey
Salomón fue ungido en el manantial de Guijón). En Rosh Hashaná, el día en que
coronamos a Dios como nuestro Rey, ir al agua es también un eco de esta antigua
ceremonia de coronación.
En resumen, Tashlij es una
hermosa ceremonia que convierte nuestro anhelo interno de un nuevo comienzo en
una experiencia física y conmovedora. Es un acto de fe en el que, después
de hacer nuestra parte a través del arrepentimiento y la oración,
simbólicamente "entregamos" nuestros errores a la infinita capacidad
de perdón y purificación de Dios.
GUEULÁ Y MASHÍAJ
“Alzar cada instante”
“…lo que dijeron nuestros Sabios,
que Mashíaj vendrá ‘cuando no se lo espere’, significa que el pueblo de Israel
debe esperar su venida en cada momento, y en ese mismo instante en que no se lo
espera, él llegará. Por lo tanto, es necesario fortalecer aún más la esperanza
en la llegada de Mashíaj, y especialmente en el mes de Elul, cuando cada
instante y cada segundo deben aprovecharse para agregar en Torá, en tefilá
(oración) y en actos de bondad”.
(Sijá del Rebe, Shabat Parashat Shoftim 5749).
Revelación de cada voz
La misión
principal de la época del fin del exilio es la revelación de la luz interior de
la Torá y la santidad de cada judío. Y si en la generación anterior se enfatizó
la difusión de las fuentes de la Jasidut hacia afuera, hoy el énfasis debe
estar en elevar la chispa interior en cada judío. Esto significa
despertar en cada uno la conciencia de que su alma es parte de Hashem, y que su
misión es traer esa luz al mundo.
(Sijá del Rebe, Shabat Parashat
Vayigash 5752).
La redención en profundidad y en
amplitud
El honorable jasid R. Yosef Yitzjak
Kazikov escribió en su cuaderno de memorias: “En Lubavitch se enseñaba
siempre que la redención debe ser revelada no solo de manera general, sino en
la vida diaria y en los detalles más pequeños. Por eso se repetía el dicho del
Alter Rebe: ‘La redención verdadera y completa debe llegar de forma profunda y
amplia – en cada aspecto de la vida’”.
(Testimonio de Jasidim, publicado
en Sefer HaZijronot).
¿Por qué no ha llegado aún la
Gueulá?
Nuestros Sabios enseñaron que toda
generación en la cual no se construye el Beit HaMikdash, es como si se hubiera
destruido en sus días. Por eso debemos tomar sobre nosotros mismos el
compromiso de reparar las fallas espirituales que todavía quedan, hasta que se
complete la tarea. Entonces, la Gueulá vendrá inmediatamente, pues ya no habrá
nada que la retenga.
(Adaptado de Sijot del Rebe, Sefer Maamarim Melukat).
Grandeza de la Torá y elevación en
el estudio
El mérito de las últimas
generaciones que se dedicaron al estudio de la Torá y a la práctica de las
mitzvot con abnegación, incluso en tiempos difíciles de persecuciones, abrió un
camino eterno: que todo judío puede y debe estudiar Torá con profundidad, incluso
en los tiempos previos a la Gueulá. Y esto mismo acerca y acelera la redención
verdadera y completa.
(Sijá del Rebe, Simjat Torá 5743).
La difusión de las fuentes hacia
afuera
La orden y la misión del Baal Shem
Tov de difundir los manantiales de la Jasidut hasta “afuera” se cumple
principalmente en nuestra generación, cuando incluso los judíos que parecían
alejados pueden ser alcanzados con amor y calidez, hasta revelar en ellos su
conexión esencial con Hashem. Y a través de esto se cumple la promesa: “Con
esto llegará el rey Mashíaj”.
(Basado en Sijot del Rebe, Jai Elul 5711 y 5741).
El mérito de la tzedaká cercana
El mérito de dar tzedaká a cada
judío, incluso en lo material más simple, acerca la Gueulá. Porque a través de
la unión entre el cuerpo y el alma, entre lo material y lo espiritual, se
revela la verdadera esencia de la Torá, y esto prepara el mundo entero para la
llegada de Mashíaj.
(Sijá del Rebe, Parashat Ki Tetzé 5751).
📖 (Fuentes: Likutei Sijot, Sefer
HaSijot, Sefer Maamarim Melukat, Igrot Kodesh).
EL SECRETO DE LOS 4 ROSH HASHANÁ
EN CABALA Y JASIDUT
https://youtube.com/shorts/5lmbikjTb10
En la Mishná Rosh Hashaná 1:1 se enseña que hay cuatro “Rosh
Hashaná” (cuatro comienzos del año), cada uno con un sentido cabalístico
profundo:
📜 Los Cuatro Rosh Hashaná
1 de Nisán
Significado: Rosh Hashaná para los reyes y para las
festividades. Representa el inicio de la revelación divina en la historia
(Éxodo de Egipto). Simboliza la luz que viene de Arriba.
1 de Elul
Significado: Rosh Hashaná para el diezmo del ganado. El mes
de la misericordia, cuando “el Rey está en el campo”. Prepara el alma para el
gran juicio de Tishrei.
1 de Tishrei
Significado: Rosh Hashaná para los años, para el cómputo de
los ciclos sabáticos y de jubileo, para el diezmo de los frutos y para la
creación del mundo. Es el “Rosh Hashaná” conocido — el nacimiento de Adam. El
día en que la Creación entera se renueva y coronamos a Hashem como Rey.
4. 15 de Shevat (Tu BiShvat) Significado: Rosh Hashaná de
los árboles. Simboliza el alma del pueblo judío comparada con un árbol, cuyas
raíces espirituales reciben nueva vitalidad.
🌟 Perspectiva cabalística
Estos cuatro comienzos corresponden a cuatro dimensiones de
la vida:
Nisán → el tiempo sagrado (fiestas, revelación).
Elul → el alma del hombre (teshuvá y acercamiento).
Tishrei → el mundo en su totalidad (ciclo cósmico).
Shevat → la naturaleza y la tierra (nutrición espiritual y
material).
Juntos forman la integración de lo Alto y lo Bajo: desde lo
Divino que irrumpe (Nisán) hasta la vitalidad que asciende desde la tierra
(Shevat).
שופר SHOFAR
https://youtube.com/shorts/redKnB1pFws
De las
enseñanzas del Rabino Itzjak Ginsburgh y su sistema de contemplación cabalística:
🔹 1. Las cinco etapas de la
contemplación en cada palabra
El Rabino
Ginsburgh enseña que cada palabra hebrea puede contemplarse en cinco
niveles, que son como “peldaños” de meditación:
1.
תיקון – Tikún (arreglo): ver la palabra como está, su forma
escrita, las letras en orden.
2.
צרוף – Tzeruf (combinación): permutar y combinar las letras para
descubrir nuevas luces.
3.
מאמר – Maamar (dicho): contemplar la palabra como una
declaración con contenido interior. Aquí la palabra empieza a “hablar” y
transmitir un mensaje divino.
4.
מכלול – Mijlol (totalidad): ver la palabra en el contexto de
todo el lenguaje y de todas las sefirot, como parte de un sistema mayor.
5.
חשבון – Jeshbón (cálculo): analizar la guematria, los valores
numéricos, y cómo revelan dimensiones ocultas.
El texto que
sigue trabaja con la tercera etapa – “maamar”, es decir, con la palabra shofar
como una declaración espiritual viva.
🔹 2. El Shofar como “dicho” divino
En este
nivel, la palabra שופר (shofar) se entiende no solo como un instrumento
físico, sino como un mensaje que Hashem mismo nos dice en Rosh Hashaná.
- שו = “kol Hashem jotzev lahevot esh” – “la voz de Hashem talla
llamas de fuego” (Sal. 29). Aquí se despierta el fuego del alma judía
(la ש simboliza el fuego), el anhelo
infinito de salir de los límites del intelecto y las emociones y unirse a
Hashem mismo (“élav velo lemidotav” – a Él, no a Sus atributos).
- פר = expansión y fecundidad (como lehapir – fructificar). La
energía del fuego interior necesita expandirse, fructificar y traducirse
en acción rectificada.
Por eso, el
shofar representa el encuentro entre la llama infinita del corazón y la
voz ordenadora de Hashem (kol Havaia), que mide, endulza y canaliza
la pasión para que se convierta en vida y servicio.
🔹 3. El maamar del Shofar
El Rabino
Ginsburgh explica que el shofar es la unión de fuego y voz:
- El fuego (ש) es el amor ardiente a Di-s.
- La voz (ו–פר) es la medida y el canal que permiten que esa llama no
consuma, sino que ilumine.
Así, la
meditación en la palabra shofar en nivel maamar nos enseña:
- El fuego del alma debe expresarse, pero no
destruir.
- La voz divina (kol Havaia) entra para
ordenar, endulzar y permitir que la llama se traduzca en vida práctica.
- El shofar se vuelve entonces un
dicho de Hashem en mi interior, un mensaje que conecta Biná (madre
suprema) con el corazón humano, dándole forma y dirección a la pasión
espiritual.
✨ En resumen: Según el Rabino
Ginsburgh, meditar en shofar en el nivel de maamar significa
escuchar en esa palabra una declaración viva de Hashem:
“Tu fuego interior es santo, pero necesita Mi voz para dirigirse, endulzarse
y volverse vida. Así transformarás tu entusiasmo en verdadero ‘elige la vida’.”
https://galeinai.org.il/t/books/toc_h2_0_4/content/toc_h1_24
EL
SECRETO DEL SHOFAR
Meditación
e intención en las letras de la palabra shofar (en el nivel de “maamar”
– “dicho”, como es sabido de las cinco etapas de contemplación en cada palabra:
tikún, tzeruf, maamar, mikhlal, jeshbón):
שו – “el sonido de HaShem talla llamas de
fuego” (Salmos
29:7). Cuando surge el fuego —el secreto de la letra ש de shofar (pues en toda parte la letra ש
es la letra del fuego)—, la llama infinita en el corazón del judío se enciende,
deseando salir de las limitaciones de los recipientes de su alma —intelecto y
emociones—, hasta el anhelo de consumirse totalmente (kelot hanefesh),
“a Él y no a Sus atributos”.
Entonces se
atrae el “kol HaShem – la voz de Dios” (el secreto del llenado de la
letra ו en shofar, cuando se escribe
plena). Esto corresponde al versículo: “Subió Elokim con el trueno (con el
fuego del entusiasmo); HaShem con el sonido del shofar” (Salmos 47:6). Es
decir, una atracción de arriba hacia abajo que mide, limita y endulza la llama
del fervor.
Este “kol –
voz” es el quinto sonido entre los siete sonidos mencionados en el
capítulo 29 de Tehilim, en el secreto de “Biná se expande hasta Hod” (y
en su raíz suprema es el nivel de Biná de Radl”a). Es la voz de la
teruá, que fluye de Ima Ilaá (la Madre Suprema, es decir, Biná) y
resuena en el corazón del hombre —en el superior y en el inferior— para
contener y medir la intensidad de su entusiasmo.
Por eso, la
palabra תרועה – teruá equivale a cinco veces “kol” (voz) más la kolel
(la unidad total), lo cual corresponde al secreto de la alef simple en
el “kol shofar” (como se conoce en la intención del Baal Shem Tov).
De allí fluye del “Shaar Nun – la Puerta Cincuenta” (cuyo valor numérico es
655, igual a teruá).
Este es el
secreto del versículo “Sas anojí – me alegro” (Salmos 119:162), que cura
el estado de “Jolat ahavá aní – enferma de amor estoy” (Cantar de los
Cantares 2:5), pues “jolá – enferma” equivale en guematria a 49, lo cual indica
la carencia del quincuagésimo portal (Shaar Nun).
פ – “Aguas profundas son las palabras de la
boca del hombre; río que fluye, manantial de sabiduría” (Proverbios 18:4).
La
rectificación del fuego del entusiasmo antes mencionado se da en el secreto de
la investidura de Guevurá de Atik —la talla de ese fuego, llamada “butsina
de-kardunita” (la antorcha chispeante)— en el Moja Stimaa de Arij
(el cerebro oculto de Arij Anpín). Esto corresponde al segundo de los trece tikunei
galgalta (rectificaciones del cráneo), y se llama “Talá de-bedolja”
(rocío de cristal).
Luego la
luz fluye hacia toda la dikna kadisha (la barba sagrada) y se incluye en
el secreto de “Puma kadisha” —la boca sagrada— (que es el duodécimo de
los trece tikunim [“ve-jatá”]). Este es el secreto de la letra פ
(pe, “boca”) del shofar, en Arij, dentro de la cual está oculto el Da’at supremo —el
Da’at de Radla— que se revela en avir anpin (el aire/atmósfera de
Arij).
El “río” es
el secreto de “Notzer jésed la’alafim – preserva la bondad para miles”
(Éxodo 34:7). Este es la fuente de Jojmá, pues Abba (Padre/Sabiduría) se
nutre del octavo mazal [canal del “Tal” de Atik] llamado “Notzer
jésed”.
Así también
en Tehilim 33: “Ranenú tzadikim – cántenle justos”, donde hay trece
nombres de Hashem (Y-H-V-H), correspondientes a las trece cualidades de
misericordia. Como se sabe de la kavaná de Tashlij, el duodécimo
nombre (בשם י״ב) es “Puma Kadisha – la boca sagrada”, que corresponde al
versículo “nafshenu jiktá laHashem – nuestra alma espera en Hashem”.
✨ En resumen: La פ
de shofar
representa la boca sagrada de Arij Anpín, donde se revela el Da’at
supremo oculto. Esta boca es el canal por el cual el fuego del entusiasmo (ש)
se rectifica y se convierte en un río de sabiduría que fluye desde el Notzer
Jésed de Atik hacia Jojmá, a través de las trece cualidades de
misericordia.
¿REZAR POR
DINERO?
Una vez, antes de Rosh Hashaná, entró un jasid
al Rabí Menajem Mendel de Kotsk y quiso recibir permiso para ir a su
casa.
El tzadik le preguntó:
—¿Por qué quieres viajar a tu casa en Rosh
Hashaná?
El jasid respondió que era el baal tefilá
(oficiante) en su comunidad, y que lo hacía por dinero.
El Rebe le gritó:
—¡¿Cómo te atreves a rezar por dinero?!
El jasid se asustó mucho.
Al final, el Rebe lo despidió a su casa y le
dijo:
—Reza…
Esperó un poco, y luego agregó:
—El dinero… tómalos.
¿Qué quería el Kotsker del jasid?
¿Está bien ser jazán pago, o no?
El Tzemaj Tzedek cuenta acerca de Rabí
Mendel de Bar, uno de los discípulos del Baal Shem Tov, que solo daba
drashot (sermones) en lugares donde le pagaban. Para él, eso era la señal del
Cielo de que justamente allí debía hablar.
En efecto, una acción así debe hacerse con el
secreto del Shiluaj Haken (el envío del nido):
“Despedirás a la madre (la razón material que llevó al cumplimiento de
la mitzvá), y a los hijos (la mitzvá misma) tomarás para ti”.
Así, la necesidad material se transforma en el motivo
de Hashem para realizar una mitzvá en santidad, y el rigor de la necesidad
y de la carencia se endulza.
La enseñanza del Rebe de Kotsk
El Rebe de Kotsk percibió que en la conciencia
del jasid se habían invertido los roles:
En vez de que el dinero lo conduzca a la
tefilá, la tefilá como jazán se había convertido en el medio para obtener
dinero.
Por eso exclamó con fuerza:
—¿¡Cómo es posible rezar por dinero!?
Pero, después de que el jasid se asustó y
asimiló la lección, el Rebe pudo decirle:
—Haz lo tuyo y reza de verdad, y el
dinero… tómalo.
Pero no como objetivo de la tefilá, sino solo como un medio que te lleva a ella.
CALENDARIO HEBREO: Rosh Hashaná
ROSH HASHANÁ Y LOS PATRIARCAS
En Rosh Hashaná, le pedimos a Dios que nos inscriba y selle
para un buen año tanto en asuntos físicos como espirituales. Le pedimos hijos,
vida y sustento, todo en abundancia. El sonido del shofar incluye tres
sonidos: tekia, shevarim y terua. La tekia es
un simple grito a Dios. El shevarim es como un gemido, y
la terua es como un llanto.
El Arizal dice que la intención más simple que debemos tener
durante el toque del shofar es despertar el mérito de los Patriarcas. Los tres
sonidos diferentes corresponden a los tres Patriarcas, respectivamente. A nivel
emocional, los patriarcas Abraham, Itzjak y Iaacov corresponden a los atributos
de bondad (jesed), poder (guevurá) y belleza (tiferet),
respectivamente. En la fuente de las emociones en la mente, los Patriarcas
corresponden a la sabiduría (jojmá), el entendimiento (biná) y el
conocimiento (da'at).
Del versículo Salmos 89:16 "Feliz es la nación que
conoce la terua, Dios, a la luz de Tu rostro caminarán" אשרי העם יודעי תרועה ה' באור פניך יהלכון, aprendemos que
la terua es da'at, correspondiente a Iaacov.
Mientras que Abraham e Itzjak tuvieron hijos no-santos, Ishmael y Esav, la
descendencia de Iaacov es toda santa. Terua está relacionado
con los hijos, la persona que reza por los hijos llora reflejado por el sonido
de la terua.
El versículo dice Proverbios 3:16: "Larga vida en su
derecha, en su izquierda riqueza y honor", אֹרֶךְ
יָמִים בִּימִינָהּ בִּשְׂמֹאולָהּ עֹשֶׁר וְכָבוֹד. De este versículo
aprendemos que la derecha va junto con la vida, mientras que el sustento está
relacionado con la izquierda. Abraham es la derecha e Itzjak la izquierda. El
momento de tener en mente la vida propia es durante el sonido de tekia, el
sonido simple, correspondiente a Abraham.
Cuando no tenemos sustento nos quejamos, estamos rotos. En hebreo, la palabra para 'quebrantado' es 'shever', la raíz del sonido shevarim del shofar. Shever también significa 'sustento' como en 'shever en Egipto', los alimentos que Iaacov encargó a sus hijos para que trajeran a casa desde Egipto. Gracias al shevarim de Itzjak despertamos la misericordia de lo alto y atraemos el sustento.