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sábado, 20 de septiembre de 2025

5785 VAIELEJ - ROSH HASHANA

 BS"D

VAIELEJ   וַיֵּלֶךְ    

Deuteronomio 31:1-30    Haftará:  Hosea 14:2-10; Mijá 7:18-20


ROSH HASHANÁ

רֹאשׁ הַשָּׁנָה 

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🌸PRIMER SHABAT SHALOM DEL AÑO

SHABAT VAIELEJ, SHUVA

 

*QUERIDOS AMIGOS*

Este Shabat es Shabat Shuvá, el Shabat del Retorno, entre Rosh Hashaná y Yom Kipur.

Cuando nos volvemos a Dios en esta temporada de teshuvá, lo hacemos con una experiencia de pura excitación de amor: no importa lo que haya sucedido entre nosotros hasta ahora, lo perdonamos por todo lo que nos causó dolor. Todo lo que deseamos es renovar el amor entre nosotros. Ese perdón con el que nos volvemos a Dios despierta una respuesta equivalente hacia nosotros: Dios se vuelve hacia nosotros, perdonándonos incondicionalmente incluso antes de que le pidamos perdón.

En la plegaria de los Trece Atributos de Misericordia decimos: נֹשֵׂא עָוֹן – “Él lleva la falta”.

A primera vista, es sorprendente: ¿qué significa que Hashem lleva los pecados? ¿Acaso no deberían ser borrados o castigados?

Los Sabios y la Jasidut nos revelan un secreto: Hashem, en Su infinita misericordia, no deja que la falta destruya a la persona. Él mismo la sostiene, la “carga” y la retiene en Sus manos hasta que el judío despierte y haga teshuvá. En ese momento, la falta no solo desaparece, sino que puede convertirse en mérito, porque el alejamiento mismo provoca un retorno más profundo y más fuerte.

El Baal Shem Tov enseña que Hashem acompaña al judío incluso en sus caídas más oscuras. Allí mismo, שוכן איתם בתוך טומאותם – “Él habita con ellos aun en su impureza” (Vaikrá 16:16). Hashem sostiene el peso para que no lo destruya, esperando el instante en que el corazón se quiebre y retorne.

💡 Por eso, Shabat Shuvá es el momento de escuchar ese llamado: Hashem ya está cargando con el peso de nuestros errores. Lo único que nos pide es que abramos el corazón en tefilá, que convirtamos el peso en alas, y que permitamos que la teshuvá transforme la oscuridad en luz.

Así se cumple el versículo: שובה ישראל עד ה' אלקיך – “Retorna Israel hasta Hashem tu Dios”. El retorno no es hacia un lugar lejano, sino hacia Aquel que ya estuvo cargando con nosotros todo el tiempo.

Que este Shabat Shuvá sea un momento en que cada uno sienta cómo Hashem lleva sus cargas, y cómo la teshuvá abre el camino a un nuevo año de pureza, luz y cercanía a Él.

Shabat Shalom uMevoraj! 🍷🍞

¡Les deseo un año feliz, saludable y dulce!

*RABINO JAIM FRIM y el equipo de Gal Einai en Español*

 

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“Sea Tu voluntad, Hashem nuestro Di-s y Di-s de nuestros padres, que se construya el Beit HaMikdash pronto en nuestros días y danos nuestra porción en Tu Torá”.

El Beit HaMikdash es el corazón de cada judío, sobre el cual está dicho: “Y harán para Mí un Santuario y moraré dentro de ellos” – dentro del corazón de cada uno y uno de Israel.

“¿Cuál es el servicio que está en el corazón? Se dice: esta es la tefilá (plegaria)”, pues “Mi Casa será llamada Casa de Oración para todas las naciones”.

“Ojalá rezara la persona todo el día entero” – esto es, el latido constante del corazón en su movimiento de “ratzó vashov”: con los ojos abajo y el corazón arriba, en plegaria al Dios vivo, todos los días de la vida.

La Torá está en la mente. El estudio de la Torá con profundidad es el “servicio del intelecto”.
La tefilá conecta el corazón con Hashem. La Torá conecta la mente con Hashem.

Este es el secreto de los tefilín: los del brazo, sobre el corazón → tefilá; y los de la cabeza, sobre la mente → Torá.
Primero el corazón y después la mente, pues “el interior del corazón domina sobre el intelecto”.

Ibane [que sea construido] el Beit HaMikdash” – tiene las mismas letras que Biná (entendimiento), y Biná corresponde al corazón (Biná liva).
“Jelkeinu [nuestra porción] en Tu Torá” – corresponde a la Jojmá (sabiduría), como es sabido: “Qué buena es nuestra porción” en Jojmá, que es el intelecto.

“Que se construya el Beit HaMikdash” = la Torá nueva que revelará el Rey Mashíaj, gracias a transformar la tefilá (interioridad del corazón) en Torá (nueva, cuando la interioridad del corazón domina al intelecto, como se explicó).

“Danos nuestra porción en Tu Torá” = la Torá en sus dos dimensiones: Torá escrita y Torá oral.
Esto significa: la unificación de mi letra en el Sefer Torá (pues Israel son las iniciales de “Iesh Shishim Ribó Otiot LaTorá”, hay 600,000 letras en la Torá) y mi innovación en la Torá oral.

 

 

El primer ministro, antes de la llegada del Mashíaj, debe prepararle el camino.
En la Jasidut se sostiene que antes de la venida del Mashíaj deben reaparecer los Padres del Jasidut – nuestro maestro el Baal Shem Tov, el Rav Maguid de Mezritch y el Admur HaZaken (Alter Rebe).
Pero si al inicio de la Jasidut ellos aparecieron como tzadikim, ahora deben aparecer como reyes. ¿Cómo se verán?

En nuestro mundo, antes de que se establezca la realeza del Mashíaj, los “reyes” son los primeros ministros:

En primer lugar debe aparecer el Baal Shem Tov, como un primer ministro totalmente entregado a la integridad del pueblo, a la reparación de la sociedad con un gran amor por cada judío, cuidando la honestidad en los negocios con respeto mutuo, preocupación por el prójimo y un sentimiento de hermandad. Él unirá al pueblo alrededor de la fe en Hashem y del amor a Israel.

Después debe aparecer el Maguid de Mezritch, como un primer ministro que se ocupa de la integridad de la tierra. A partir del consenso creado en una sociedad corregida y creyente, despertará la conexión con la Tierra – el sentimiento de que aquí, y solo aquí, se puede servir a Hashem con plegaria y entrega – y guiará al pueblo a conquistar y anexar toda la Tierra.

En la tercera etapa debe aparecer el Admur HaZaken, como un primer ministro que se ocupa de la integridad de la Torá. Solo en este nivel se debe transformar la fe y la plegaria en una obligación legal para todo el Estado de conducirse de acuerdo con la Torá en todas sus leyes y detalles, inspirado por la alegría del estudio de la Torá por la Torá misma.

En la política actual las cosas se mueven rápido, y tres generaciones pueden concentrarse en tres cadencias de un primer ministro dinámico y renovador, que actúa en el orden correcto de pasos, tras los cuales y desde dentro de ellos aparecerá el Rey Mashíaj, ¡de inmediato, enseguida mismo!

En Rosh Hashaná coronamos sobre nosotros a Hashem y en los Diez Días de Teshuvá nos ocupamos en la construcción de la realeza. El artículo principal del boletín de esta semana, extraído de un farbrenguen de Jái Elul, trata sobre este orden necesario para la corrección del Estado – una teshuvá pública que construye la realeza, hasta que merezcamos el cumplimiento de “Y será Hashem Rey sobre toda la tierra”.

 


Razi

CARGA NUESTROS PECADOS

נֹשֵׂא עָוֹן – Nosé Avón”

Razi nos contará adónde “lleva” Hashem todos nuestros pecados.

Escrito por: Shilo Ofan
¡Shalom, niños!

¡Llegamos al punto culminante! Tras los treinta días del mes de Elul, en los que el Rey estuvo con nosotros en el campo; después de Rosh Hashaná, cuando el Rey entró a Su palacio y fue coronado como Rey sobre nosotros; los Diez Días de Teshuvá ya están por terminar, y ahora hemos llegado al día especial, “una vez al año”: ¡Yom Kipur!

Quien tiene el mérito de participar en el recitado de las Seliot nota de inmediato la plegaria principal que se repite una y otra vez, sin importar el rito de la oración: los Trece Atributos de Misericordia. Pero en Yom Kipur es algo diferente: los recordamos en cada una de las plegarias de este día santo. No es de extrañar, pues en este día Moshé Rabenu los recibió de Hashem; por lo tanto, está claro que este es el día más apropiado para recitarlos y para que produzcan su efecto: despertar sobre nosotros la misericordia de Hashem, bendito sea.

De entre los trece atributos, hoy quiero que conozcamos un poco más a fondo los últimos de la lista: describimos allí a Hashem como Aquel que “lleva la iniquidad, la rebeldía y el pecado” (nose avón vafesha vejattá). ¿Qué significa? ¿A dónde “lleva” Hashem todos estos?

¿Qué estás adelantando?

Fue al final del recreo de las 12:00. El timbre anunció el comienzo de la siguiente clase y todos salimos corriendo del patio. Había que alcanzar a beber algo y pasar por el baño antes de que el moré Tzají entrara al aula, porque con él no hay salidas desde el inicio hasta el final de la clase. Imagínense cómo se ve una fontanilla con solo cuatro grifos cuando veinte niños se empujan a la vez, cada uno queriendo ser el primero. Como soy bastante bueno corriendo, llegué de los primeros a la fila. Delante de mí sólo había cuatro niños.

“¿Dónde está Rafael? Alguien lo está buscando”. Rafael, de cuarto grado, era el chico que estaba delante de mí en la fila. Dudó un instante —lo noté—: si salía un momento, perdería su lugar y tendría que irse al final, pero quizá aún alcanzaba a salir, ver de qué se trataba y volver. “Estoy delante de ti”, me dijo Rafael; “¿puedes guardarme el lugar?”. “Sí, claro”, le respondí, “pero vuelve rápido: no hay lugares reservados”. Medio minuto pasó, y Shmulik, el segundo de la fila, ya estaba por terminar y dejar su lugar a Rafael, el siguiente. Giré la cabeza hacia atrás y he aquí que Rafael entraba justo entonces, solo que en ese mismo segundo se abrió paso hasta el grifo un chico de sexto y ocupó su lugar. “¡Eh, chico, es su turno!”, le grité, pero decidió ignorarme: simplemente abrió el grifo y empezó a beber.

¿Qué fue lo que hice ya?!

Les ahorraré la descripción de la pelea que estalló en los siguientes minutos… Lo que sí quiero contarles es el “juicio” que llevó a cabo su madrij/educador, que vino a ocuparse del incidente y apagar el incendio que se había desatado. Pidió que pasáramos todos los involucrados y testigos —incluido yo— a su sala, y comenzó a investigar el evento con detalle.

Lo que nos asombró a todos fue la ingenuidad fingida de ese chico: “¿Qué quieren? Rafael salió, perdió su turno”. “Sí, pero viste que ya había vuelto”, le respondió Yaki, que estaba primero en la fila. “No lo vi”, se justificó el chico. Extraño; a mí me pareció que sí lo vio muy bien. “No lo viste, pero seguro lo oíste; ¡te grité!”, le repliqué. “No escuché”, siguió haciéndose el inocente. De repente también tenía problemas de audición… “Pero no entiendo”, insistió el educador; “aunque no viste ni oíste, ¿por qué tenías que ocupar su lugar? ¡Tú ni siquiera estabas en la fila!”. “Justo nos iban a empezar una prueba; entonces mi turno ‘adelanta’, ¿no?”. En ese punto todos estallamos: ¿de dónde sacaba esos argumentos? ¿Acaso nosotros no teníamos cosas urgentes?

Una justificación que irrita

Entonces el educador pidió que saliéramos: “Quiero hablar contigo a solas”. No tengo idea qué se dijo adentro ni me interesaron los resultados de la charla, pero sí puedo describir la sensación afuera, no solo la mía sino la de todos. Notamos un fenómeno interesante: no sé qué pensaba ese chico al intentar venderse a sí mismo —y a nosotros— sus excusas; pero cuanto más se atrincheraba en su postura y la justificaba, más nos irritaba.

¿Qué creen que habría pasado si, en lugar de excusas y justificaciones ese niño hubiera dicho algo como: “Es verdad, vi y oí, realmente no estuvo bien. Perdón”? Supongo que a la mayoría se nos habría pasado el enojo bastante rápido. Creo que incluso Rafael habría aceptado la disculpa: “Está bien, todos somos humanos; a veces también nosotros nos equivocamos”.

¿Y nosotros? La verdad es que ese chico no es un fenómeno tan raro. También nosotros a veces actuamos así. Por lo general, cuando nos equivocamos o hacemos algo indebido, tendemos a justificarnos: explicar por qué tenemos razón, por qué el acto “no fue tan grave”, o por qué “no fue culpa nuestra”. ¿Saben qué significa la palabra “lehitztadek” (justificarse)? Como “lehitkaleaj” es “ducharse a sí mismo” y “lehitlabesh” es “vestirse”, “lehitztadek” es “hacerse tzadik” (justo). Pero si de verdad tengo razón, ¿por qué necesito “hacerme” justo? Parece que no estoy tan seguro… Por eso, entre jasidim se acepta que un jasid verdadero nunca quiere “tener razón”; quiere ser siempre bueno.

“Carga” y “lleva la iniquidad”

¿Cómo se vería la petición de perdón de ese “justificador” ante Hashem? Diría algo así: “Hashem, hice tal y tal cosa, y en verdad no estuvo bien, pero no es del todo mi culpa…”, y empezaría a enumerar sus excusas. Claro que así no se hace teshuvá. “¿Viniste a explicarme cuán justo eres? Si es así, ya te las arreglas solo; no me necesitas. Muy bien, adelante, arréglate sin Mí…”.

Pero cuando un judío pasa de ‘tener razón’ a ser ‘bueno’, entiende enseguida dónde está el problema: en mí, no en nadie más. Se dirige a Hashem y le dice: “Dueño del mundo, yo, y solo yo, soy el responsable; eso está claro. No intento sacarme la responsabilidad de encima. Pero, ¿quién me ayudará a cambiar? Hashem, necesito Tu ayuda; solo Tú puedes ayudarme”.

¿Y cómo responde Hashem a ese judío? Por supuesto, Hashem, bendito sea, “lleva la iniquidad”: toma todo el peso de la responsabilidad sobre Sí mismo. Mira con ojos de misericordia a ese judío y, por así decir, se dice: “No está intentando evadir; de verdad le cuesta. No puede solo. ¿Tal vez yo cargué sobre él demasiado? ¿Acaso Yo ‘tengo culpa’ de esto?”. Hashem descarga de sobre el judío que retorna en teshuvá el peso de la carga, y de inmediato le perdona y lo absuelve.

¡Que tengamos el mérito de volver con teshuvá completa!

¡Gmar Jatimá Tová para todos!

Razi





Shabat Shuvá

8 de Tishrei de 5767 –

Kfar Jabad Resumen de las clases del Rabino Itzjak Ginsburgh[1]

Noche de Shabat:

Introducción del traductor

En Isaías (יְשַׁעְיָהוּ), capítulo 46, versículo 10, el versículo completo dice:

מַגִּיד מֵרֵאשִׁית אַחֲרִית, וּמִקֶּדֶם אֲשֶׁר לֹא-נַעֲשׂוּ; אֹמֵר עֲצָתִי תָקוּם, וְכָל-חֶפְצִי אֶעֱשֶׂה.

"Declaro el final desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no ha sido hecho; Yo digo: 'Mi consejo permanecerá, y haré todo Mi deseo'".

Significado en su contexto original: En el libro de Isaías, es una declaración poderosa de Dios sobre Su omnisciencia y soberanía. Afirma que solo Él conoce el resultado de la historia ("el final") desde el mismo comienzo ("el principio") y que Su plan se cumplirá indefectiblemente.

Uso en el texto que leeremos: El shiur toma esta frase y le da una interpretación jasídica muy profunda (drash). Utiliza el doble significado de la palabra מַגִּיד (Maguid), que no solo significa "el que declara", sino que también es el título del Maguid de Mezeritch, el sucesor del Baal Shem Tov.

Por lo tanto, el texto lo interpreta como que el Maguid de Mezeritch es la figura que "conecta y guía" desde el "principio" (reshit) de la revelación del Jasidut (el Baal Shem Tov) hasta su "final" (ajrit) o desarrollo posterior (el Alter Rebe).

______

A. Shabat Shuvá – La Corona de la Torá

"EL QUE DECLARA EL FINAL DESDE EL PRINCIPIO"

"מגיד מראשית אחרית"

MAGUID MERESHIT AJARIT

En la visión del Tercer Templo en [el libro de] Ezequiel, también el día de Yom Kipur es llamado "Rosh Hashaná". Según esto, todo el período de los Diez Días de Teshuvá (Retorno) está en la categoría de "Rosh Hashaná", donde el aspecto particular del "principio" (reshit) de Rosh Hashaná son los días de Rosh Hashaná mismos, y el "final" (ajarit) de Rosh Hashaná es Yom Kipur.

Así, según la Cabalá, los dos días de Rosh Hashaná corresponden a la letra Iud (י) del Nombre Havaiah, bendito sea —que incluye tanto la espina de la Iud (la Corona, Keter, a la que corresponde el primer día de Rosh Hashaná) como el cuerpo de la Iud (la Sabiduría, Jojmá, a la que corresponde el segundo día de Rosh Hashaná)— y el día de Iom Kipur corresponde a la letra Hei (ה) superior, la sefirá de Biná (Entendimiento), de la cual (y de la revelación de Atiká en ella) proviene la pureza del día de Iom Kipur. Las sefirot de Jojmá y Biná —la Iud y la Hei superior— son llamadas en el lenguaje del Séfer Ietzirá "la profundidad del principio" (omek reshit) y "la profundidad del final" (omek ajarit), lo que apoya la definición de Rosh Hashaná y Iom Kipur como el "principio" y el "final" de Rosh Hashaná.

Según esto, se puede interpretar el dicho de nuestros Sabios "Todo año que es pobre (rashá) en su comienzo [en el aspecto de 'm reshit shaná', faltándole la letra álef] se enriquece en su final [en el aspecto de 'ajrit shaná']" también sobre el proceso que se atraviesa en los Diez Días de Teshuvá (como es sabido, aunque en su sentido simple este dicho se refiere al principio y al final del año entero —de Tishrei a Elul—, en el Jasidut se aplica a períodos de tiempo cada vez más cortos, incluyendo incluso la duración del toque del shofar, en el que se sopla por su lado estrecho, que es "desde la estrechez" de "reshit shaná", e inmediatamente el sonido emerge por su lado ancho y se amerita "me respondió en la vastedad de Dios" de "ajrit shaná").

Y he aquí que entre el "principio" y el "final" de "Rosh Hashaná" se requiere una fuerza que conecte y atraiga —un "intermediario conector" (que es superior a los dos aspectos que conecta, como es sabido)— que tiene el poder de ser como "el que declara [en el sentido de atraer y guiar] el final desde el principio" (maguid m'reshit ajarit). El "intermediario que declara el final desde el principio" entre Rosh Hashaná y Iom Kipur —y entre los diferentes aspectos de Teshuvá que hay en ellos— es Shabat Teshuvá, que posee la fuerza del Rebe para servir como "intermediario conector". (Y en particular, esta fuerza de "declarar el final desde el principio" pertenece al Maguid de Mezeritch, de bendita memoria, quien conecta al Baal Shem Tov —que está en el aspecto del "principio" de la revelación del Jasidut en el nivel de Keter— con el Alter Rebe —que está en el aspecto del "final" de la revelación del Jasidut, en el buen gusto y conocimiento de Biná—).

TRES CORONAS

En el lenguaje de la Cabalá, "cabeza" (rosh) es un apelativo para la sefirá de Keter (la Corona). Los tres aspectos de "cabeza del año" (Rosh Hashaná) dentro de los Diez Días de Teshuvá —es decir, Rosh Hashaná, Shabat Teshuvá y Iom Kipur— deben ser meditados en correspondencia con las tres coronas que enumera Rabí Shimón bar Iojái: "Hay tres coronas: la Corona de la Torá, la Corona del Sacerdocio y la Corona del Reinado".

Rosh Hashaná es, por supuesto, el día que corresponde a la "Corona del Reinado" (Keter Maljut) — el día de la coronación de Dios, bendito sea, a través de una inmensa y absoluta auto-anulación (bitul) ante el "Dueño de la Voluntad". (A diferencia del bitul durante el resto del año, que es una anulación ante la Voluntad Divina revelada, en Rosh Hashaná nos anulamos ante el "Dueño de la Voluntad" mismo, con la decisión de hacer todo lo que Él decrete, en el nivel de "haremos y oiremos").

Iom Kipur es, por supuesto, el día de la "Corona del Sacerdocio" (Keter Kehuná) — el día de Aarón, el Sumo Sacerdote, el único apto para realizar todos los servicios de ese día. (En él se alcanza la cumbre de la perfección de Mundo-Año-Alma, con la entrada del Sumo Sacerdote —el alma más elevada— al Santo de los Santos —el lugar más elevado— en el día más sagrado del año, como es sabido).

Según esto, queda claro que Shabat Teshuvá corresponde a la "Corona de la Torá" (Keter Torá). Shabat es un día destinado a la Torá. Y mientras que en los seis días de la semana el servicio de la Torá se realiza principalmente a través del habla (como en "'porque son vida para quienes las encuentran' — no leas 'para quienes las encuentran' (motzeihem) sino 'para quienes las expresan (motzieiehm) con la boca'"), en Shabat el servicio es la contemplación de la Torá en el pensamiento y principalmente el servicio de "contemplar la gloria del Rey" (l'istakla bikara d'Malka).[1] La Teshuvá (retorno) del nivel de la "Corona de la Torá" es el retorno a ver la Divinidad en cada cosa y asunto. Después de establecer al Rey en Rosh Hashaná, en Shabat Teshuvá se puede merecer "contemplar la gloria del Rey", "que nuestros ojos contemplen al Rey en Su esplendor". En esta distribución se resalta la virtud de Shabat Teshuvá —la virtud del intermediario conector, como se mencionó antes—, ya que la Corona de la Torá es la primera mencionada en la Mishná, y en todo el capítulo de "La Adquisición de la Torá" se enfatiza su superioridad y su pertenencia a todos.

Las tres coronas de la Mishná corresponden a las tres "cabezas" dentro de Keter —Radl"a (la cabeza incognoscible), Reisha de'Ain (la cabeza de la nada) y Reisha de'Arij (la cabeza extendida)— que a su vez corresponden a las facultades de Fe-Placer-Voluntad (Emuná-Taanug-Ratzón). Aunque en la Mishná las coronas están ordenadas como Torá-Sacerdocio-Reinado, la correspondencia sigue lo explicado en los libros sagrados, que las tres coronas están insinuadas en el versículo "oro fino de ofir" (rosh kétem paz) en el orden de Sacerdocio-Torá-Reinado:

  • La Corona del Sacerdocio está en el secreto de la Fe (Emuná). Abraham, nuestro padre, el primero de todos los creyentes y quien difundió la fe en Dios en el mundo, fue el primer sacerdote. Así, la función de cada sacerdote es enseñar Torá y conocimiento al pueblo, y principalmente infundir en ellos la fe.
  • La Corona de la Torá está en el secreto del Placer (Taanug). El principal deleite (óneg) de Shabat es el placer del alma en su contemplación de la Divinidad, "contemplar la gloria del Rey y nada más" (cuando una persona no tiene ningún otro placer más que el hecho mismo de contemplar al Rey desde la auto-anulación, en el nivel de Reisha de'Ayin).
  • La Corona del Reinado está en el secreto de la Voluntad (Ratzón). El rey es el dueño de la voluntad firme ante la cual nada puede oponerse.

Según esto, la Teshuvá de Rosh Hashaná es el retorno de todas las voluntades, en anulación, al Dueño de la Voluntad: Hashem, Rey del universo. La Teshuvá de Shabat Teshuvá es el retorno de todos los placeres al placer principal de ver la Divinidad en cada cosa, el placer de la Torá. La Teshuvá de Yom Kipur es hacia el punto mismo de la fe en el alma —hacia la Iejidá (la esencia del alma) que se revela en las cinco plegarias del día sagrado—, hacia el movimiento de auto-sacrificio (mesirut nefesh) absoluto. (Un auto-sacrificio como el de Rabí Akiva, quien toda su vida anheló tener el mérito de entregar su vida —razón por la cual leemos sobre su acto en Yom Kipur—. En cambio, un auto-sacrificio como el de Abraham, quien en su entrega a difundir la palabra de Dios y Su reinado en el mundo estaba dispuesto a entregar su vida si se le requería, corresponde más a Rosh Hashaná).

Y LA CORONA DEL BUEN NOMBRE LAS SUPERA A TODAS"

Ciertamente, después de todo esto, surge la pregunta: ¿qué es la "corona del buen nombre" (Keter Shem Tov) que "las supera a todas"? Esta pregunta se refuerza al notar que la Mishná enfatizó que hay "tres coronas", y sin embargo, enumeró cuatro. Por lo tanto, se debe entender que la "corona de un buen nombre" es inseparable de las otras. Por esta razón, también es difícil conformarse con la comprensión (bien ilustrada en la portada de la primera edición del libro del Shlá HaKadosh) de que la Corona de la Torá pertenece a Moshé Rabenu, la Corona del Sacerdocio a Aarón el Sumo Sacerdote, la Corona del Reinado al Rey David, y por encima de ellas se eleva y crece la joven corona del Rey Mashíaj, que es la corona del buen nombre, ya que entonces, al final, habría cuatro coronas.

Los comentaristas de la Mishná explican que la "corona del buen nombre" se refiere a una buena reputación, en su sentido literal. Un rey, un sumo sacerdote o un erudito de la Torá también deben ser conocidos como buenas personas, con quienes el espíritu de la gente se siente a gusto, y por ende, es claro que también el espíritu del Omnipresente se siente a gusto con ellos. Solo entonces son merecedores del honor por su sacerdocio, su reinado o su Torá (el merecimiento del honor es el significado simple de ser coronado). Si no es así, si un rey, un sacerdote o un erudito no tienen un buen nombre —y resulta que tal situación es posible— entonces no solo no son dignos de ser honrados, sino que hay una profanación del Nombre de Dios en su comportamiento y no tienen el encanto de la gracia en su corona principal. (Y esto se aplica particularmente al erudito de la Torá, cuya función es hacer amado el Nombre del Cielo a través de su buen nombre, y no causar, Dios no lo quiera, una profanación del Nombre de Dios por el hecho de que, a pesar de su Torá, no tiene una buena reputación). Según esto, la "corona de un buen nombre" no es una corona que se cuenta por sí misma. Puede, por supuesto, aparecer por sí sola, como el buen nombre de un judío simple (de aquellos que nuestro maestro el Baal Shem Tov apreciaba, y quienes están conectados a él merecen la corona de un buen nombre), pero la corona de honor que este título confiere viene precisamente a través de las coronas de la Torá, el Sacerdocio y el Reinado.

Ahora bien, ¿cómo se explicará en conceptos de la Cabalá qué es la "corona de un buen nombre"? Para una buena explicación del asunto, parece más apropiado explicar que las tres coronas corresponden a otra manifestación de las "tres cabezas" (Guimel Reishin) dentro de Keter, explicada en los escritos del Arizal: las tres cabezas en el Partzuf (semblante) de Arij Anpin por sí solo: Gulgalta (cráneo), Avira (aire) y Moja Stima'a (cerebro oculto).

Según esta Cabalá, la Corona del Sacerdocio corresponde a la Gulgalta, en la que se inviste el Jésed (bondad) de Atik Iomin (el Anciano de Días); el atributo de Jésed es el que caracteriza a los sacerdotes, comenzando por el primer sacerdote, Abraham nuestro padre. La Corona de la Torá corresponde a la Avira, en la que ilumina el Daat (conocimiento) de Atik Iomin; la Corona del Reinado corresponde a la Moja Stima'a (en la que se inviste la Guevurá - rigor - de Atik Iomin), que es la fuente de la creación de los mundos inferiores y de su refinamiento y rectificación, el trabajo del rey. Esta correspondencia también explica bien por qué la Mishná finalmente antepone la Corona de la Torá a la del Sacerdocio y a la del Reinado: aunque el orden de las tres cabezas es en el secreto de "roshó kétem paz", [2]en la Avira ilumina una emanación del Daat de Radl"a (la cabeza incognoscible), que es superior a las emanaciones de Jésed y Guevurá de Atik que se encuentran en la Gulgalta y en la Moja Stima'a. Según esto, la corona de un buen nombre es la totalidad de Radl"a, que reside por encima de la Gulgalta, y por lo tanto no se cuenta entre las "tres coronas" (de Arij Anpin) porque pertenece a otro sistema.

Sin embargo, a pesar de todo, según esta explicación cabalística, la corona de un buen nombre no está desconectada del sistema de coronas que están debajo de ella, ya que dentro de la Avira de Arij ilumina el Daat de Radl"a, una emanación de la propia corona de un buen nombre. Según esta estructura, se agudiza la afirmación —mencionada antes en el sentido simple— de que principalmente debe haber una conexión entre la corona de un buen nombre y la Corona de la Torá.

Pero también se puede describir como una conexión inversa: la corona de un buen nombre puede aparecer por sí sola, en judíos simples (cuando merecen una iluminación directa de Atik Iomin, no a través de las coronas del Partzuf de Arij Anpin), y es sabido por nuestro maestro el Baal Shem Tov que muchas veces envió a sus discípulos a impresionarse con la corona del buen nombre de los judíos simples.

Ciertamente, el Baal Shem Tov no se conformó con la revelación de la corona de un buen nombre, sino que envió a sus discípulos a esforzarse y trabajar en el estudio y la guía de los judíos simples, poseedores de la corona de un buen nombre, hasta que también merecieran las coronas adicionales, y principalmente la Corona de la Torá.

De manera muy similar, la corona del buen nombre del Mesías —que es la principal corona de un buen nombre— ilumina precisamente en el ámbito del estudio de la Torá. Sobre el Mesías se dice que será más humilde que Moshé Rabenu porque enseñará Torá a los Patriarcas y a los judíos simples (algo que no encontramos en Moshé Rabenu, quien enseñó a todo Israel en general). La humildad del Mesías es la corona de su buen nombre, y se expresa precisamente en su Corona de la Torá y en su voluntad de transmitirla también a los judíos simples que ya están coronados con la corona de un buen nombre.



[1] Esa frase, "לְאִסְתַּכְּלָא בִּיקָרָא דְמַלְכָּא" (le'istakla bikara d'Malka), es una expresión aramea que proviene del Zohar, el libro fundamental de la Cabalá.

Significado:

·        Traducción literal: "Contemplar la gloria del Rey" o "Mirar el honor del Rey".

·        Significado profundo: No se refiere a una visión física, sino a una percepción espiritual profunda o una meditación en la manifestación de la Divinidad. Es el estado más elevado de conciencia que una persona puede alcanzar, donde percibe la majestuosidad y la presencia de Dios en la Creación.

Contexto en el que se usa (como en el texto que me diste):

La frase está fuertemente asociada con el Shabat. La literatura cabalística y jasídica enseña que el principal "placer" (óneg) del Shabat no es el descanso físico, sino el placer espiritual del alma. El Shabat es el momento más propicio para desconectarse de las distracciones del mundo y dedicarse a esta contemplación sagrada, a "contemplar la gloria del Rey".

En resumen, es un término técnico de la Cabalá para describir el clímax de la meditación y la percepción espiritual, que es la vocación principal del alma, especialmente en el día de Shabat.

 

[2] El Significado Místico y Cabalístico

En los textos que hemos analizado, esta frase se utiliza como un código para entender la estructura interna de la Sefirá más elevada: Keter (la Corona).

La Cabalá enseña que Keter no es una entidad simple, sino que contiene tres niveles internos, tres "cabezas" (Gimel Reishin). El versículo "Roshó kétem paz" se utiliza para describir estos tres niveles en un orden específico:

1.        Roshó (רֹאשׁוֹ - Su Cabeza): Corresponde al nivel más elevado y oculto de Keter. En el texto que vimos, se asocia con la Corona del Sacerdocio (Keter Kehuná). Representa la Fe (Emuná) pura y la conexión esencial que está más allá del intelecto. Es el nivel de Gulgolta (el cráneo), la estructura externa y contenedora.

2.        Kétem (כֶּתֶם - Oro Fino): Corresponde al nivel intermedio. Se asocia con la Corona de la Torá (Keter Torá). Representa el Placer (Taanug) sublime que se deriva del estudio profundo de la sabiduría divina. Es el nivel de Avira (el éter o aire), un espacio intermedio que conecta y que es superior en su raíz, como vimos que "el intermediario conector es superior a los dos extremos".

3.        Paz (פָּז - Oro Refinado): Corresponde al nivel más "bajo" de los tres (aunque sigue siendo increíblemente elevado). Se asocia con la Corona del Reinado (Keter Maljut). Representa la Voluntad (Ratzón) de crear y gobernar el mundo. Es el nivel de Moja Stima'a (el cerebro oculto), donde reside el potencial de la creación.

¿Por qué es importante este orden?

Como bien señalaba el texto anterior, la Mishná enumera las coronas en el orden de Torá-Sacerdocio-Reinado. Sin embargo, este versículo revela un orden místico más profundo: Sacerdocio-Torá-Reinado.

Esto enseña que la Fe (Keter Kehuná) es la base fundamental y más elevada. A partir de esa fe, emana el Placer del estudio de la Torá (Keter Torá), y de ambos surge la Voluntad de manifestar la Divinidad en el mundo a través del Reinado (Keter Maljut).

En resumen, "Roshó kétem paz" es mucho más que una descripción poética. Es un mapa cabalístico de los niveles más elevados de la conciencia Divina, que nos enseña cómo la Fe, el Placer espiritual y la Voluntad se interrelacionan para formar la Corona Suprema de la Creación.

 


ROSH HASHANÁ Y MÚSICA JUDÍA


 

05 AVINU MALKEINU PADRE NUESTRO REY NUESTRO 24 DE TEVET HILULA ADMUR HAZAKÉN con el RABINO GINSBURGH

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DESDE EL SILENCIO SE OYE EL SONIDO

En Rosh Hashaná, el día de la creación del mundo, tenemos el mérito de escuchar el sonido del shofar.
¿Qué relación existe entre las voces y la estructura del mundo? ¿Cómo se conecta esto con el secreto de Jashmal? ¿Y de qué manera todo esto se une con Jái Elul y los tzadikim que recordamos en esta fecha?

✍️ Escrito por Rajel Ferensi
📂 Categoría: Jái Elul | Rosh Hashaná | Música judía

EL MUNDO SURGE DE LA VOZ

“Con diez declaraciones fue creado el mundo”: el universo nació a través de la voz.
Las ondas sonoras son vibraciones del aire – ruaj.

En el Séfer Ietzirá se explica que todas las existencias del mundo fueron formadas a partir del nivel de ruaj, que en el Tanaj significa despertar y fuerza vital, como el movimiento descrito en la visión de la Merkavá que contempló Iejezkel el profeta: “ki ruaj hajaia baofanim”, “pues el espíritu de vida en las ruedas”.

En la creación del hombre está escrito: “Y sopló en su nariz un nishmat-alma de vida, y fue el hombre un nefesh Jaia, un espíritu vivo”. Nishmat Jaim, “Alma de vida” se relaciona con el sentido del canto, mientras que “espíritu vivo” corresponde al sentido del habla (como traduce Onkelos: nefesh jaiá – “un espíritu que habla”).

Nuestros Sabios dijeron: “Todo lo viviente se mueve” – y si se mueve, genera sonido.

La física moderna demuestra que en todo lo que existe, incluso en lo inanimado, hay un movimiento constante.

En esencia, no es posible unir lo material con lo espiritual sino en el roce de “toca y no toca”, mati velo mati, o en un movimiento de “correr y retornar”.
Estas oscilaciones entre el ser y el no-ser son el pulso de la vida del universo, y están ligadas al secreto del Jashmal.

EL CANTO DENTRO DEL JASHMAL

¿Qué es más importante, el silencio o la palabra?

Sobre los seres vivientes que vio Iejezkel se dice: “A veces callaban y a veces hablaban”.

Así interpretan nuestros Sabios la palabra Jashmal en la visión de la carroza: Jash–mal, donde jash es el silencio, y mal es la palabra, como en “mi malel” (¿quién hablará?) o “ruaj memalelá” (espíritu parlante).

Nuestros Sabios enseñan: “Una palabra vale una moneda, el silencio vale dos”.

Entonces, ¿cuánto vale un canto?

El Baal Shem Tov explicó que, en verdad, la palabra Jashmal se compone de tres partes: Jash–mal–mal. Es decir, entre el “jash” (silencio) y el “mal” (palabra) se oculta un mal adicional.

Mientras que el primer mal significa palabra, el mal intermedio significa corte, diferenciación, como en brit milá, el pacto de la circuncisión.

En el contexto de silencio y palabra, este mal intermedio es como un puente en el alma que conecta entre el callar y el hablar – ¡y eso es el canto!

Desde un punto de vista numérico, el mal intermedio se sitúa entre el dos del silencio (jash) y el uno de la palabra (mal final). Puede considerarse entonces como un valor de uno y medio, que corresponde al concepto de “entero y medio”, explicado en muchos lugares como la plenitud que surge de la unión de dos (por ejemplo, las letras iud–hei del Nombre de Hashem).

El silencio, sin duda, tiene una gran superioridad sobre la palabra.
Pero el canto está mucho más allá de ambos.

EL CANTO COMO “ENTERO Y MEDIO”

El concepto de “entero y medio” se relaciona profundamente con el mundo de la música – que está construida sobre tonos y medios tonos.

Así, el canto es la armonía secreta que surge de la danza entre el silencio y la palabra, entre el ser y el no-ser, entre el movimiento del universo y el pulso oculto de la vida.

Puedes leer más sobre el secreto del Jashmal y el “entero y medio” en el artículo: “Recordaré mi melodía en la noche”.

https://galeinai.org.il/t/books/toc_h3_0_16/content/toc_h1_5

EL ESPÍRITU DE JÁI ELUL

En Jái Elul, el día que infunde vitalidad al trabajo del mes de Elul, recordamos y nos fortalecemos con tres acontecimientos importantes:
– El día del fallecimiento del Maharal de Praga.
– El nacimiento de nuestro maestro, el Baal Shem Tov.
– Y el nacimiento del Admor HaZaken, Rabí Shneur Zalman de Liadí.

El Admor HaZaken estaba genealógicamente vinculado al Maharal, generación tras generación; se consideraba nieto espiritual del Baal Shem Tov, y cita a ambos en su obra Tania.

Una observación sobre las fechas de estos eventos revela un vínculo aún más profundo entre ellos:

📜 Entre el fallecimiento del Maharal en Jái Elul del año 5369 (שס"ט) y el nacimiento del Baal Shem Tov en Jái Elul del año 5458 (נח"ת) hay 89 años, cuyo valor numérico equivale a la palabra דממה” – silencio.

📜 Más adelante, entre Jái Elul del año 5369 y el nacimiento del Admor HaZaken en Jái Elul del año 5505 (קה"ת), hay 136 años, cuyo valor numérico corresponde a la palabra קול” –, sonido, voz.

Así, la secuencia de los acontecimientos está insinuada en el versículo del libro de Iov:
“Silencio y voz escucharé” (Iov 4:16).
Silencio: los años entre el Maharal y el Baal Shem Tov.
Voz: los años entre el Baal Shem Tov y el Admor HaZaken.

El silencio alude al nacimiento del Baal Shem Tov y la voz al nacimiento del Admor HaZaken.

Como vimos en la palabra “Jashmal”, el silencio (jash) y la voz (mal) se enlazan y se perciben como una sola continuidad, aunque sean opuestos.

EL SIGNIFICADO ESPIRITUAL

El Baal Shem Tov representa el secreto del “silencio” (dmamá).
El Admor HaZaken representa el secreto de la “voz” (kol).

🔹 El Baal Shem Tov trajo al mundo el “dmamá” – un estado de asombro y sobrecogimiento silencioso: “A Ti el silencio es alabanza” (Tehilim 65:2). Él reveló en cada judío el punto divino “silencioso”, el resplandor del nivel oculto de la corona del alma, que se manifiesta como un recogimiento reverente ante el misterio divino.

🔹 El Admor HaZaken vino a transformar esa “d'mamá” en “voz”: a mostrar cómo se puede tomar ese silencio extático del alma frente a la infinitud de lo divino, y traducirlo en palabras, en comprensión, en los recipientes de la mente.

Estos dos procesos no están separados, sino que son en realidad un mismo proceso con dos etapas: “Silencio y voz” – que resuenan juntos en el secreto del Jash–mal.

En el mundo espiritual de Atzilut ambos niveles pueden revelarse al unísono. En nuestro mundo físico, en cambio, sólo podemos captar y “escuchar” cómo están entrelazados y llamados a sonar en armonía.

Jojmá y Biná: silencio y voz

La labor del “silencio” corresponde a la sefirá de Jojmá (Sabiduría), sobre la cual dijeron los Sabios: “Una valla de la sabiduría es el silencio”.

La labor de la “voz” corresponde a la sefirá de Biná (Entendimiento), como se expresa en la bendición: “para escuchar la voz del shofar”. El shofar, de hecho, está asociado a Biná.

Jojmá y Biná son llamados en el Zohar “dos compañeros que nunca se separan” (trein rein delo mitparshin le-almin). En el alma, se revelan y “suenan” siempre juntos, como silencio y voz que se complementan eternamente.

UN ESPÍRITU ATRAE A OTRO ESPÍRITU

En Jái Elul se revelan tres espíritus: el espíritu del Maharal, el espíritu del Baal Shem Tov y el espíritu del Admor HaZaken.

Estos tres espíritos están insinuados en la expresión del Zohar:
“Ruaj aiti ruaj veamshej ruaj” – un espíritu atrae a otro espíritu y continúa un espíritu.

Un espíritu que ascendió en Jái Elul dio la fuerza para que otros dos descendieran al mundo.

LOS TRES ESPÍRITUS

🔹 El primer espíritu es el del Maharal de Praga, quien sentó las bases y brindó una inspiración inmensa para toda la Torá y el movimiento jasídico. Su espíritu ascendió y retornó a lo alto en Jái Elul.

🔹 En un movimiento complementario, descendieron al mundo dos espíritus:
– El del Baal Shem Tov, espíritu de despertar y entusiasmo, sobre el cual se aplicó el versículo: “Una ciudad y un santo descendieron del cielo”, aludiendo a su nacimiento en el año “Naját” (
נח"ת, descanso). La palabra “ir” (ciudad) se interpreta aquí como “despertar”. El Baal Shem Tov apareció en una época de gran oscuridad y abatimiento, cuando el pueblo de Israel yacía casi desvanecido. Su propio nombre, Israel, refleja su misión: susurrar el nombre “Israel” al oído del pueblo, para despertarlo del desmayo espiritual en que estaba sumido. También insufló un nuevo espíritu de vida en el canto judío, transformándolo en parte esencial del servicio a Dios.

– El segundo espíritu es el del Admor HaZaken, que guía y enseña cómo realizar esa inspiración y entusiasmo. Ya no basta con el susurro o el silencio; ahora se requiere una voz clara y comprensible. Con el desarrollo de la doctrina de Jabad, reveló a muchos la profundidad interna del alma y del propio canto judío, con su tono característico y refinado.

LA CUARTA DIRECCIÓN: EL ESPÍRITU DEL MASHÍAJ

Por lo general, se habla de cuatro espíritus (como los cuatro vientos del cielo), insinuados en la palabra צדיק (tzadik): tzafón (norte), darom (sur), yam (oeste) y kedem (este). El tzadik incluye en sí todos los vientos y sabe cuál espíritu corresponde a cada persona.

Así también en Jái Elul debe reconocerse un cuarto espíritu: el espíritu del Mashíaj. Los tres espíritus (del Maharal, del Baal Shem Tov y del Admor HaZaken) deben despertar al cuarto.

En la profecía de Yejezkel sobre la resurrección de los huesos secos, se dice:
“De los cuatro vientos ven, espíritu”.
El espíritu del Mashíaj está asociado con el norte (tzafón), para rectificarlo. El norte representa algo negativo – “Del norte se abrirá el mal”–, símbolo del instinto del mal llamado tzafoni, como en el versículo: “Y alejaré de vosotros al del norte”, que alude a la futura eliminación del iétzer hará.

Pero el norte también se asocia con lo bueno: “¡Cuán grande es Tu bondad, que reservaste para quienes Te temen!”. Incluso la melodía que inspiraba al rey David venía del norte, como enseña el Talmud: “Dijo Rabí Levi: un arpa estaba colgada frente a las ventanas de David, y el viento del norte soplaba sobre ella de noche, y sonaba por sí sola”.

ESCUCHAR LA VOZ DEL SHOFAR

“Y se tocará con gran shofar, y se escuchará una voz de delicado silencio…”

Estos días, especialmente a partir de Jái Elul, son días de preparación para Rosh Hashaná.

Buscamos despertar: “La voz de mi Amado llama: ábreme”, y recordar que el Santo nos colocó en el mundo para hacer resonar nuestra voz.

La Torá misma comienza y termina con un canto:
Bereshit (
בראשית) puede leerse como “shír taav – un canto anhelado”.
Israel (
ישראל), la última palabra, contiene las letras “shír El – canto de Dios”.

El proceso de “un espíritu atrae a otro espíritu y continúa un espíritu” se relaciona especialmente con el mes de Elul, acrónimo de “Ani ledodi vedodi li – Yo soy de mi Amado y mi Amado es mío”. La inspiración desde abajo (ani ledodi) provoca una respuesta y ayuda desde lo Alto (vedodi li).

Pero en verdad, este proceso comienza con un paso previo: una ayuda oculta desde lo Alto, que se manifiesta en la primera “ruaj”. Es la atmósfera espiritual que viene a auxiliarnos para iniciar. Es esa bat kol (voz celestial) que diariamente proclama: “Retorna, hijos descarriados”.

LA BENDICIÓN

Que sea la voluntad de Hashem que, por el mérito de estos tzadikim, logremos insuflar vitalidad en Elul y merezcamos la revelación del espíritu del Mashíaj, sobre quien dice el versículo con las cuatro “rujot”:

“Reposará sobre él el espíritu de Hashem: espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de conocimiento y temor de Hashem” (Ieshaiahu 11:2).

Y que incluso antes de Rosh Hashaná podamos ya escuchar la voz del shofar:
“Y será en aquel día, se tocará con gran shofar…”.

 

(El Arca se abre.)

Padre nuestro, Rey nuestro, hemos pecado ante Ti.
Padre nuestro, Rey nuestro, no tenemos Rey más que Tú.
Padre nuestro, Rey nuestro, actúa [benevolentemente] con nosotros por amor a Tu Nombre.
Padre nuestro, Rey nuestro, renueva para nosotros (en días de ayuno: bendícenos con) un buen año.
Padre nuestro, Rey nuestro, un buen año.
Padre nuestro, Rey nuestro, quita de nosotros todos los decretos severos.
Padre nuestro, Rey nuestro, anula las intenciones de nuestros enemigos.
Padre nuestro, Rey nuestro, frustra los planes de nuestros adversarios.
Padre nuestro, Rey nuestro, elimina a todo opresor y adversario contra nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, cierra las bocas de nuestros adversarios y acusadores.
Padre nuestro, Rey nuestro, quita la peste, la espada, el hambre, el cautiverio y la destrucción de los miembros de Tu pacto. Padre nuestro,
Rey nuestro, retén la plaga de Tu herencia.
Padre nuestro, Rey nuestro, perdona y perdona todas nuestras iniquidades.
Padre nuestro, Rey nuestro, borra y quita nuestras transgresiones de delante de tus ojos.
Padre nuestro, Rey nuestro, borra en tus abundantes misericordias todos los registros de nuestras deudas [pecados].
Padre nuestro, Rey nuestro, tráenos de vuelta a ti en un arrepentimiento sincero.
Padre nuestro, Rey nuestro, envía una sanación completa a los enfermos de tu pueblo.
Padre nuestro, Rey nuestro, rasga el mal [aspecto] del veredicto decretado contra nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos con un recuerdo favorable ante ti.

Entre Rosh Hashaná y Yom Kipur :
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro de la buena vida.
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro de la redención y la liberación.
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro del sustento y la subsistencia.
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro de los méritos.
Padre nuestro, Rey nuestro, inscríbenos en el libro del perdón y la remisión.

En un día de ayuno público (excepto el ayuno de Gedalías ):
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por una vida buena.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por la redención y la liberación.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por el sustento y la subsistencia.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por nuestros méritos.
Padre nuestro, Rey nuestro, recuérdanos por el perdón y la remisión.

Padre nuestro, Rey nuestro, haz que la liberación florezca pronto para nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, exalta la gloria de Israel tu pueblo.
Padre nuestro, Rey nuestro, exalta la gloria de tu ungido.
Padre nuestro, Rey nuestro, llena nuestras manos con tus bendiciones.
Padre nuestro, Rey nuestro, llena nuestros almacenes con abundancia.
Padre nuestro, Rey nuestro, escucha nuestra voz, ten piedad y compasión de nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, acepta nuestra oración con misericordia y con favor.
Padre nuestro, Rey nuestro, abre las puertas del cielo a nuestra oración.
Padre nuestro, Rey nuestro, que se recuerde que solo somos polvo.
Padre nuestro, Rey nuestro, te suplicamos, no nos alejes de ti con las manos vacías.
Padre nuestro, Rey nuestro, que esta hora sea una hora de misericordia y un tiempo de favor ante ti.
Padre nuestro, Rey nuestro, ten compasión de nosotros y de nuestros infantes y niños.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por el bien de aquellos que fueron asesinados por tu santo Nombre.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por los que fueron masacrados por Tu Unicidad.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por los que pasaron por el fuego y el agua para la santificación de Tu Nombre.
Padre nuestro, Rey nuestro, venga la sangre derramada de Tus siervos.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Ti, si no por nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Ti y líbranos.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Tus abundantes misericordias.
Padre nuestro, Rey nuestro, hazlo por Tu gran, poderoso y temible Nombre que se proclama sobre nosotros.
Padre nuestro, Rey nuestro, ten piedad de nosotros y respóndenos, pues no tenemos obras meritorias; trátanos con caridad y bondad y líbranos.

(El Arca está cerrada.)

 




 

LA GRADUALIDAD EN EL PROCESO DE TESHUVÁ

Con la ayuda de Dios he tenido el mérito de ocuparme en acercar a las personas a la Torá y las mitzvot. Es sabido que cada persona que retorna en teshuvá tiene su propio ‘ritmo’, y cuando está casado también depende del ‘ritmo’ de su esposa y su familia. En este contexto surgen preguntas prácticas:

En el caso en que la persona duda si cumplir las mitzvot, y parte de sus consideraciones son que su esposa o su familia se oponen, ¿hasta qué punto se le debe presionar para que lo acepte todo de inmediato, y hasta qué punto decirle que lo haga con paciencia y gradualmente?

¿Qué se puede decir en un caso aún más difícil, cuando el esposo ya ha aceptado completamente sobre sí mismo el yugo de la Torá y las mitzvot, pero su esposa no está dispuesta a aceptar nada, incluso no la pureza familiar? ¿Está permitido decirle lo mismo, cuando él ya decidió guardar la Torá y las mitzvot?

Respuesta:

Ante todo, ciertamente no se puede ni se debe decir a un judío que desea retornar en teshuvá que transgreda una prohibición de karet con su esposa nidá.

En general, respecto a aceptar el yugo de la Torá y las mitzvot, siempre se debe alentar a avanzar, pero sin presionar. En todo caso, es recomendable sugerir a la pareja que tengan una conversación con un guía jasídico y esforzarse por apoyar al cónyuge que está en el proceso de teshuvá, explicando que incluso desde la lógica humana simple hay más lugar a considerar al que tiene sensibilidad y compromiso moral, en comparación con quien solo tiene sentimientos. Y, por supuesto, todo debe hacerse con amor y con el deseo de mantener el hogar juntos en paz y alegría.

¿SOY DEL EREV RAV?

Últimamente estoy abrumado por pensamientos y sensaciones negativas: siento vacío y desconexión emocional de todo lo que me rodea, y también desconexión de mi alma divina. Además, siento que todos los que están relacionados conmigo, en algún nivel, resultan perjudicados. ¿Es posible que mi alma pertenezca al ‘Erev Rav’? En general, ¿qué significa tener un alma de Erev Rav?, ¿cómo se puede saber si lo soy? y, sobre todo, ¿cómo se puede rectificar esto?

RESPUESTA:

Esos pensamientos provienen únicamente del instinto del mal. Debes apartar tu mente de ellos por completo, esforzándote intensamente (invirtiendo todas las fuerzas de tu alma) en hacer el bien al prójimo, tanto material como espiritualmente. En cuanto a la sensación de vacío, parece que tu raíz está en la luna de la santidad, en la dimensión de Iehoshúa ben Nun y David, de quienes se dijo: ‘no tienen nada propio’.

Debes reflexionar que todo proviene de Dios, que es bondadoso, y Él te ama mucho, desea tu bien y quiere otorgarte el mérito de brindar bondad al prójimo.

ASPIRACIONES QUE PROVIENEN DEL INSTINTO DEL MAL

Últimamente he notado que tengo talento para dedicarme a la comunicación, y me he sentido muy atraído por ese campo. Por otro lado, temo que ese deseo tenga su raíz en el instinto del mal. ¿Cómo se puede saber si este deseo es verdadero y bueno?

RESPUESTA:

Ya hemos explicado anteriormente que en nuestra generación no hay tanto énfasis en los conceptos de instinto del bien e instinto del mal, y lo principal es la actividad práctica hacia un objetivo, en el área que más te conviene. Por lo tanto, es bueno que te ocupes en mejorar los mensajes en la comunicación e incluso en la propaganda en la Knéset si allí ‘te desenvuelves’ bien (y sientes, por experiencia, que realmente es útil).

Debes aclarar en tu pensamiento cada mañana cuál es la meta a la que aspiras, verte a ti mismo como un emisario, y cumplir con las tareas durante el día. ¡Bendición de mucho éxito!

🕯 ROSH HASHANA Y VAIELEJ 5785

*JUDAÍSMO PARA TODOS*

*📖 CABALÁ Y JASIDUT*

 

 


https://youtu.be/deS6EpdBT5A

 

📖 Rabino Jaim Frim*

El Rabino Ginsburgh, meditar en shofar en el nivel de maamar significa escuchar en esa palabra una declaración viva de Hashem: “Tu fuego interior es santo, pero necesita Mi voz para dirigirse, endulzarse y volverse vida. Así transformarás tu entusiasmo en verdadero ‘elige la vida’.”

 

 MATERIAL DE ESTUDIO:

https://galeinai.org/2025/09/22/el-shofar/

 

De las enseñanzas del Rabino Itzjak Ginsburgh y su sistema de contemplación cabalística:

🔹 1. Las cinco etapas de la contemplación en cada palabra

El Rabino Ginsburgh enseña que cada palabra hebrea puede contemplarse en cinco niveles, que son como “peldaños” de meditación:

 

🌟 EL RELATO DEL NIETO DEL BAAL SHEM TOV 🌟

Contó Rabí Moshé Jaim Efraim, nieto amado del santo Baal Shem Tov,
conocido como el autor del Deguel Majané Efraim:

Una vez, en la noche que sigue a Rosh Hashaná, me hallaba yo de pie junto a mi abuelo, el santo y luminoso Baal Shem Tov.

Él se volvió hacia mí y me reveló un secreto de lo que ocurre en los cielos
en el día solemne del juicio.

💫 Dijo así: En Rosh Hashaná, ante el Rey del Juicio,
se presentan los patriarcas del mundo. A veces son nombrados los siete pastores
—Abraham, Itzjak, Iaakov, Moshé, Aharón, David y Shlomó—, y a veces sólo los tres patriarcas sagrados: Abraham, Itzjak e Iaakov.

Ellos, los padres del pueblo, elevan y entregan ante el Santo Bendito Sea
los méritos de cada hijo e hija de Israel.

Y allí también se encuentra Moshé Rabenu, nuestro fiel pastor,
que actúa como un mediador incansable, que va de un lado a otro,
y presenta una y otra vez las virtudes de Israel ante el Rey de reyes.

👁️‍🗨️ Y Moshé, con su sabiduría, mira la balanza y el compás,
se asegura que los méritos crezcan, que las buenas acciones se multipliquen,
para que no se eleven, Dios no lo permita, los acusadores y las faltas
por encima de las virtudes.

Cuando terminó de relatarme esta visión, mi abuelo, el santo Baal Shem Tov, me miró a los ojos y me preguntó:

“¿Acaso no es éste un acto hermoso?”.

 

📖 Tradición jasídica transmitida por el Deguel Majané Efraim (Fuente: Kikar HaShabat)

 

MÚSICA JASÍDICA

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תוים פנימיים - גַּל עֵינַי - השער לפנימיות התורה

 

Parashat Vaielej, (וַיֵּלֶךְ) - "Y fue Moshé"

Deuteronomio 31:1-30

Es la porción de la Torá que se leerá este próximo Shabat, conocido como Shabat Shuvá, el Shabat entre Rosh Hashaná y Iom Kipur. Su ubicación en el calendario la hace especialmente poderosa y relevante para este momento del año.

 

Vaielej es una de las porciones más cortas de la Torá, pero está increíblemente cargada de emoción, significado y enseñanzas fundamentales. Narra los eventos del último día de la vida de Moshé Rabenu y la transición de liderazgo a la siguiente generación.

Resumen de los Acontecimientos

1.    La Despedida de Moshé: La parashá comienza con las palabras "Y Moshé fue...". Anuncia al pueblo que ha llegado a la edad de 120 años y que ya no podrá "salir y entrar" (liderarlos). Confirma que no cruzará el río Jordán.

2.    El Nombramiento de Yehoshúa (Josué): Frente a toda la congregación, Moshé presenta a Yehoshúa como su sucesor. Le transfiere el liderazgo y le da el mensaje que se convertirá en el lema de toda la historia judía.

3.    "¡Sé Fuerte y Valiente!" (Jazak ve'Ematz): Moshé anima primero a todo el pueblo y luego directamente a Yehoshúa, diciéndoles: "¡Sean fuertes y valientes! No teman... porque Hashem, tu Dios, es Quien va contigo; no te dejará ni te abandonará".

4.    La Torá como Testigo: Moshé termina de escribir el rollo de la Torá y se lo entrega a los Cohanim (sacerdotes) y a los Levitas, instruyéndoles que lo coloquen al lado del Arca del Pacto para que sirva como un "testigo" eterno para el pueblo de Israel.

5.    El Precepto de Hakhel: Moshé establece la mitzvá de Hakhel ("Congregarse"). Cada siete años, al final del año sabático (Shemitá), durante la festividad de Sucot, todo el pueblo —hombres, mujeres, niños y conversos— debía reunirse en el Templo de Jerusalén para escuchar al rey leer secciones de la Torá.

6.    La Profecía y el "Ocultamiento del Rostro": Dios le revela a Moshé que, después de su muerte, el pueblo eventualmente se desviará, romperá el pacto y servirá a otros dioses. Como consecuencia, Dios dice: "Yo ocultaré Mi rostro (Hester Panim) en aquel día".

7.    El Cántico como Testimonio: Para contrarrestar esto, Dios le ordena a Moshé y a Yehoshúa que escriban un cántico (la Shirá de la siguiente parashá, Ha'azinu), que servirá como un testimonio que "no será olvidado de la boca de su descendencia".

 

Temas y Significados Profundos (Cabalá y Jasidut)

1. La Transición y el "Ir" de Moshé

El nombre "Vaielej" ("Y él fue") no se refiere solo a un movimiento físico. El Zohar y el Jasidut explican que Moshé "fue" a cada nivel del pueblo, desde los líderes hasta la persona más simple, para despedirse personalmente y transmitirle a cada alma la fuerza necesaria para continuar sin él. Es un acto de humildad y conexión profunda, en el que el líder desciende para elevar a su pueblo. Representa la transición de una era de milagros revelados a una era de servicio a Dios dentro de la naturaleza.

2. "¡Sé Fuerte y Valiente!": El Manual para el Futuro

Este no es un simple eslogan de ánimo. Es el manual de instrucciones espiritual para toda la existencia judía en el exilio y en la vida personal.

  • Fuerza (Jazak): Representa la fortaleza para mantenerse firme en los principios y compromisos, para no ser derribado por los desafíos.
  • Valentía (Ematz): Representa el coraje para avanzar activamente, para tomar la iniciativa en la santidad y luchar contra la negatividad interna y externa.

Este doble mandato es la herramienta que se nos da para poder navegar una realidad donde el liderazgo de Moshé (la revelación abierta) ya no está presente.

3. Hakhel: El Antídoto de la Unidad

El precepto de Hakhel es la cura preventiva para la profecía del futuro alejamiento. ¿Cómo se evita la desintegración espiritual? A través de la unidad y la reinspiración colectiva. Al reunirse todos para escuchar la Torá de boca del rey, se reafirma la identidad nacional y el pacto con Dios. Simboliza la idea de que la fuerza de la comunidad y el retorno a la fuente (la Torá) son la clave para superar cualquier desafío.

4. Hester Panim: Encontrando a Dios en la Oscuridad

Este es uno de los conceptos teológicos más profundos. "Ocultamiento del Rostro" no significa que Dios desaparece, sino que Su Providencia deja de ser evidente y manifiesta. El Jasidut enseña que incluso dentro del ocultamiento más profundo (hester), se encuentra la esencia de Dios. En el versículo (Devarim 31:18), Dios dice "Y Yo (Anójí) ciertamente ocultaré...", la palabra hebrea para "Yo" es Anójí, la misma palabra con la que comienzan los Diez Mandamientos: "Yo (Anójí) soy Hashem, tu Dios". Esto nos enseña que la esencia misma de Dios se puede encontrar precisamente dentro de la oscuridad del ocultamiento. Nuestra misión es buscar y revelar esa presencia oculta.

La Conexión con Rosh Hashaná y Iom Kipur

Leer Vaelej en Shabat Shuvá es una lección magistral de preparación:

  • Teshuvá y Valentía: El trabajo de Teshuvá (retorno) de estos días requiere exactamente la instrucción de Moshé: fuerza para mantener nuestras buenas resoluciones y valentía para enfrentar honestamente nuestras fallas y cambiar.
  • Transición Personal: Así como Israel pasó de un líder a otro, en Rosh Hashaná nosotros pasamos de un año a otro. Dejamos atrás el "año viejo" y aceptamos sobre nosotros el desafío y el potencial del nuevo, coronando a Dios como nuestro Rey y Líder.
  • Revelación vs. Ocultamiento: En Rosh Hashaná, rezamos para que en el nuevo año Dios nos muestre un "rostro" de misericordia y bendición, y no uno de Hester Panim. La parashá nos recuerda que nuestras acciones son las que determinan qué "rostro" de Dios experimentamos en el mundo.

Vaielej no es un relato triste de despedida, sino una poderosa lección de empoderamiento. Moshé no abandona al pueblo; le entrega las herramientas eternas para que puedan continuar su misión en cualquier circunstancia.

 

HATARAT NEDARIM (הַתָּרַת נְדָרִים),

 

Es un tema muy importante, especialmente ahora que estamos en la víspera de Rosh Hashaná. Es fundamental distinguir entre Hatarat Nedarim y Kol Nidrei, ya que son dos ceremonias distintas pero relacionadas.

Hatarat Nedarim (הַתָּרַת נְדָרִים), que significa "Liberación de Promesas" o "Anulación de Votos".

 

¿Qué es Hatarat Nedarim?

Hatarat Nedarim es un procedimiento legal de la ley judía (halajá) que una persona realiza para anular los votos, juramentos y promesas personales que haya hecho durante el año que termina y que no ha podido cumplir, o de los que se arrepiente.

Es un acto proactivo para "limpiar el expediente" y entrar al Día del Juicio (Rosh Hashaná) con la mayor pureza y la menor cantidad de obligaciones espirituales pendientes.

¿Cuándo se realiza?

La costumbre principal es realizar Hatarat Nedarim en la víspera de Rosh Hashaná, es decir, mañana por la mañana, lunes 22 de septiembre de 2025. Se hace antes de que comience la festividad.

¿Cómo se hace el Ritual?

A diferencia de Kol Nidrei, que es una plegaria comunitaria cantada, Hatarat Nedarim es un procedimiento formal que se realiza ante un tribunal simbólico.

1.    Formar un "Tribunal" (Beit Din): La persona que desea anular sus votos se presenta ante un panel de tres hombres judíos adultos (mayores de 13 años). En las sinagogas, es común que el rabino y otros dos miembros de la comunidad se sienten como un tribunal, y los congregantes se acercan a ellos uno por uno o en grupos.

2.    La Declaración: La persona recita un texto específico en el que declara que se arrepiente de cualquier voto, juramento, promesa o resolución personal que haya hecho durante el año. Pide formalmente a este "tribunal" que lo libere de esas obligaciones autoimpuestas.

3.    La Anulación por el Tribunal: Después de escuchar la declaración, los tres miembros del panel responden tres veces con una fórmula de anulación que dice:

"Están liberados para ti, están perdonados para ti, están anulados para ti... No hay aquí ni votos, ni juramentos... sino perdón, absolución y expiación."

Con esta declaración, la persona queda legalmente absuelta, desde la perspectiva de la ley judía, de esas promesas personales.


La Diferencia Clave con Kol Nidrei

Es muy fácil confundir Hatarat Nedarim con Kol Nidrei, pero son ceremonias diferentes. Aquí están las distinciones clave:

Característica

Hatarat Nedarim

Kol Nidrei

Cuándo

En la víspera de Rosh Hashaná (por la mañana)

En la víspera de Iom Kipur (justo al anochecer)

Propósito Principal

Anular votos del año pasado

Anular votos para el año venidero

Formato

Un procedimiento legal ante un panel de 3 personas

Una plegaria comunitaria cantada con toda la congregación

Atmósfera

Legal, formal, relativamente breve

Solemne, dramática, altamente emotiva

 

El Significado Espiritual

Al igual que Kol Nidrei, Hatarat Nedarim se basa en un profundo respeto por el poder de la palabra. En el judaísmo, las palabras crean realidades y obligaciones. Haber hecho promesas, incluso a nosotros mismos, y no haberlas cumplido, crea una "estática" espiritual que nos impide conectar plenamente con Dios.

Realizar Hatarat Nedarim es un acto de:

  • Humildad: Reconocemos que no somos perfectos y que, a veces, en un momento de inspiración, aceptamos resoluciones que luego no pudimos mantener.
  • Responsabilidad: Demostramos que nos tomamos nuestras palabras tan en serio que buscamos un medio formal para liberarnos de ellas.
  • Preparación: Es la limpieza final que hacemos antes de presentarnos en el Día del Juicio. Al anular nuestros votos, le decimos a Dios: "Vengo ante Ti sin deudas autoimpuestas, con el corazón abierto y listo para recibir Tu juicio y Tu misericordia para el nuevo año".

En resumen, Hatarat Nedarim es el paso final de preparación personal para Rosh Hashaná, un procedimiento legal que nos limpia espiritualmente para que podamos coronar a Dios como nuestro Rey con la conciencia tranquila y el corazón puro.

 

KOL NIDREI

Es, sin duda, una de las plegarias más famosas, solemnes y conmovedoras de todo el judaísmo. Es el poderoso portal que nos introduce al día más sagrado del año, Iom Kipur.

Aquí te explico en detalle qué es, qué significa y por qué tiene un lugar tan central.

¿Qué es Kol Nidrei?

Kol Nidrei (en arameo: כָּל נִדְרֵי, que significa "Todos los votos") no es una oración de petición o alabanza a Dios en el sentido tradicional. Es una declaración legal y formal para la anulación de votos, recitada en la sinagoga al comienzo de Iom Kipur, justo antes de la puesta del sol.

Su propósito es liberar a la persona y a la comunidad de los votos, juramentos y promesas personales que no se hayan cumplido, permitiendo así comenzar el Día del Perdón con la conciencia lo más limpia posible.

El Ritual: ¿Qué Sucede en la Sinagoga?

La ceremonia de Kol Nidrei es increíblemente solemne y está cargada de simbolismo:

1.    El Momento: Se lleva a cabo en la transición del día a la noche, en esos momentos crepusculares antes de que Iom Kipur comience oficialmente.

2.    El Arca Abierta: El Arón HaKodesh (el Arca Sagrada donde se guardan los rollos de la Torá) se abre, y permanece abierto durante toda la recitación, simbolizando que las "puertas del cielo" están abiertas.

3.    Los Rollos de la Torá: Se sacan todos los rollos de la Torá del arca. El jazán (cantor) y dos líderes de la comunidad sostienen los rollos, formando un Beit Din (tribunal rabínico) simbólico ante el cual se realiza la anulación de los votos.

4.    La Declaración de Inclusión: Antes de comenzar, el jazán recita una fórmula poderosa: "Con el permiso del Omnipresente y con el permiso de la congregación... consideramos lícito rezar junto a los transgresores". Esta declaración incluye a todos en la comunidad, sin importar su nivel espiritual o sus faltas, unificando a todo el pueblo judío para este momento sagrado.

5.    La Recitación Triple: El jazán canta la declaración de Kol Nidrei tres veces. La primera vez se canta en un tono bajo y casi vacilante. La segunda, un poco más fuerte y con más confianza. La tercera y última vez, se canta a viva voz, simbolizando la plena confianza en que hemos sido absueltos.

6.    La Melodía: La melodía de Kol Nidrei es quizás más famosa que el texto mismo. Es una melodía antigua, sobrecogedora y profundamente emotiva que evoca sentimientos de arrepentimiento, anhelo y solemnidad. Para muchos, este canto es el sonido que define el comienzo de Iom Kipur.

 

EL CONTENIDO Y SU SIGNIFICADO PROFUNDO

¿QUÉ VOTOS SE ANULAN?

Es crucial entender qué tipo de votos anula Kol Nidrei:

  • Votos Personales: Se refiere a promesas hechas por una persona a sí misma o a Dios. Por ejemplo: "Prometo que este año estudiaré Torá todos los días" o "Juro que dejaré este mal hábito". Son compromisos del ámbito personal y espiritual.
  • NO anula votos interpersonales: Kol Nidrei NO TIENE NINGÚN PODER para anular promesas, deudas o juramentos hechos a otra persona, ni contratos o juramentos hechos ante un tribunal. El perdón para las faltas entre personas solo se puede obtener pidiendo perdón directamente a la persona afectada.

Nota Histórica Importante: Durante siglos, esta plegaria fue utilizada maliciosamente por antisemitas para acusar a los judíos de no ser dignos de confianza, afirmando que sus juramentos no eran válidos. Esta es una calumnia basada en una ignorancia total del propósito de Kol Nidrei. La ley judía es extremadamente estricta sobre la obligación de cumplir las promesas hechas a otras personas, sin importar su religión.

¿Por Qué Empezar Iom Kipur Así?

1.    Limpiar la Conciencia: Antes de poder pedir perdón a Dios por nuestros pecados, debemos resolver las "deudas" con nosotros mismos. Los votos rotos y las promesas incumplidas pesan en nuestra conciencia y afectan nuestra integridad. Kol Nidrei es un "reseteo" que nos libera de esa carga para que podamos enfocarnos en el arrepentimiento más profundo.

2.    El Poder de la Palabra: La ceremonia es un profundo reconocimiento de la santidad y el poder de nuestras palabras. Al anular formalmente los votos, reconocemos lo serio que es hacer una promesa y la necesidad de tratar nuestro lenguaje con sumo cuidado.

3.    Unidad y Perdón Comunitario: Al declarar que "rezamos con los transgresores", Kol Nidrei rompe todas las barreras. En el momento más sagrado, no hay justos y pecadores, solo una comunidad unida de pie ante Dios, reconociendo su fragilidad y buscando el perdón juntos. Históricamente, era una forma de readmitir a la comunidad a aquellos que habían sido forzados a convertirse o se habían alejado.

En resumen, Kol Nidrei es la preparación emocional y espiritual para Iom Kipur. Es un acto legal que limpia nuestra conciencia, un acto espiritual que unifica a la comunidad y un momento musicalmente sublime que abre el corazón para el trabajo de Teshuvá (retorno) que se realizará durante las siguientes 25 horas.

 

TASHLIJ

Es una de las ceremonias más visuales y simbólicas de Rosh Hashaná. Aquí te explico qué es, en qué consiste y cuál es su profundo significado.

¿Qué es Tashlij?

Tashlij (en hebreo: תַּשְׁלִיךְ, que significa "arrojarás") es una ceremonia simbólica que se realiza tradicionalmente en la tarde del primer día de Rosh Hashaná. Consiste en ir a un cuerpo de agua natural (como un río, un lago, un mar o incluso un pozo) para "arrojar" simbólicamente los pecados al agua, como un acto de purificación y arrepentimiento.

 

¿En qué consiste el ritual?

1.    Ir a un cuerpo de agua: Después de la comida del mediodía y el rezo de Minjá del primer día de Rosh Hashaná, la comunidad o las familias se dirigen a un cuerpo de agua. Se prefiere que tenga peces. (Si el primer día de Rosh Hashaná cae en Shabat, la ceremonia se pospone al segundo día por la tarde).

2.    Recitar las plegarias: Se recitan versículos especiales, principalmente del profeta Miqueas (Mijá), que es la fuente del nombre y del concepto de la ceremonia:

"¿Qué Dios como Tú, que perdona la iniquidad y olvida el pecado del remanente de Su heredad?... Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y arrojará a lo profundo del mar todos nuestros pecados (וְתַשְׁלִיךְ בִּמְצֻלוֹת יָם כָּל חַטֹּאותָם)." (Miqueas 7:18-19)

3.    El acto simbólico: Al recitar estas plegarias, es costumbre sacudir las esquinas de la ropa o los bolsillos en dirección al agua. Este gesto representa el acto de desprenderse de los pecados y "arrojarlos" lejos de uno mismo.

o   Nota sobre las migas de pan: Muchas personas tienen la costumbre de arrojar migas de pan al agua para que los peces se las coman. Si bien es una costumbre popular, muchos rabinos (especialmente en Jabad) la desaconsejan, explicando que el foco debe estar en la plegaria y el gesto simbólico de sacudir la ropa, no en alimentar a los peces.

 

El Significado Profundo

Tashlij no es un acto mágico para "deshacerse" de los pecados. Es una herramienta psicológica y espiritual muy poderosa que nos ayuda a concretar un proceso interno:

1.    Externalizar la Teshuvá (Retorno): El arrepentimiento es un proceso interno. Tashlij nos da un acto físico y tangible para representar nuestro deseo sincero de limpiar nuestra alma y empezar de nuevo. Ver cómo las corrientes de agua se llevan las cosas nos ayuda a visualizar cómo la misericordia de Dios se lleva nuestras transgresiones.

2.    Simbolismo del Agua:

o   Purificación: El agua es el principal agente de purificación en el judaísmo (como en la mikvé, el baño ritual). Ir al agua simboliza nuestro deseo de purificarnos.

o   Misericordia: En la Cabalá, el mar representa el mundo de Jésed (bondad y misericordia infinita). Al arrojar nuestros pecados al agua, los estamos depositando en la infinita misericordia de Dios, que todo lo cubre.

3.    Simbolismo de los Peces (si los hay):

o   Los ojos de Dios: Los peces no tienen párpados, por lo que sus ojos están siempre abiertos. Esto simboliza la Providencia Divina, el ojo de Dios que todo lo ve y que está siempre abierto para supervisarnos.

o   Protección del mal de ojo: Se dice que los peces son inmunes al "mal de ojo", representando nuestro deseo de estar bajo la protección divina.

o   Una llamada de atención: Así como los peces pueden ser atrapados en una red de un momento a otro, nosotros también podemos ser atrapados en la red del juicio. Esto nos inspira a arrepentirnos mientras todavía tenemos tiempo.

4.    Conexión con la Soberanía: En la antigüedad, los reyes eran coronados cerca de un manantial o río (el Rey Salomón fue ungido en el manantial de Guijón). En Rosh Hashaná, el día en que coronamos a Dios como nuestro Rey, ir al agua es también un eco de esta antigua ceremonia de coronación.

En resumen, Tashlij es una hermosa ceremonia que convierte nuestro anhelo interno de un nuevo comienzo en una experiencia física y conmovedora. Es un acto de fe en el que, después de hacer nuestra parte a través del arrepentimiento y la oración, simbólicamente "entregamos" nuestros errores a la infinita capacidad de perdón y purificación de Dios.

 

GUEULÁ Y MASHÍAJ

“Alzar cada instante”

“…lo que dijeron nuestros Sabios, que Mashíaj vendrá ‘cuando no se lo espere’, significa que el pueblo de Israel debe esperar su venida en cada momento, y en ese mismo instante en que no se lo espera, él llegará. Por lo tanto, es necesario fortalecer aún más la esperanza en la llegada de Mashíaj, y especialmente en el mes de Elul, cuando cada instante y cada segundo deben aprovecharse para agregar en Torá, en tefilá (oración) y en actos de bondad”.
(Sijá del Rebe, Shabat Parashat Shoftim 5749).

 

Revelación de cada voz

La misión principal de la época del fin del exilio es la revelación de la luz interior de la Torá y la santidad de cada judío. Y si en la generación anterior se enfatizó la difusión de las fuentes de la Jasidut hacia afuera, hoy el énfasis debe estar en elevar la chispa interior en cada judío. Esto significa despertar en cada uno la conciencia de que su alma es parte de Hashem, y que su misión es traer esa luz al mundo.

(Sijá del Rebe, Shabat Parashat Vayigash 5752).

 

La redención en profundidad y en amplitud

El honorable jasid R. Yosef Yitzjak Kazikov escribió en su cuaderno de memorias: “En Lubavitch se enseñaba siempre que la redención debe ser revelada no solo de manera general, sino en la vida diaria y en los detalles más pequeños. Por eso se repetía el dicho del Alter Rebe: ‘La redención verdadera y completa debe llegar de forma profunda y amplia – en cada aspecto de la vida’”.

(Testimonio de Jasidim, publicado en Sefer HaZijronot).

 

¿Por qué no ha llegado aún la Gueulá?

Nuestros Sabios enseñaron que toda generación en la cual no se construye el Beit HaMikdash, es como si se hubiera destruido en sus días. Por eso debemos tomar sobre nosotros mismos el compromiso de reparar las fallas espirituales que todavía quedan, hasta que se complete la tarea. Entonces, la Gueulá vendrá inmediatamente, pues ya no habrá nada que la retenga.
(Adaptado de Sijot del Rebe, Sefer Maamarim Melukat).

 

Grandeza de la Torá y elevación en el estudio

El mérito de las últimas generaciones que se dedicaron al estudio de la Torá y a la práctica de las mitzvot con abnegación, incluso en tiempos difíciles de persecuciones, abrió un camino eterno: que todo judío puede y debe estudiar Torá con profundidad, incluso en los tiempos previos a la Gueulá. Y esto mismo acerca y acelera la redención verdadera y completa.
(Sijá del Rebe, Simjat Torá 5743).

 

La difusión de las fuentes hacia afuera

La orden y la misión del Baal Shem Tov de difundir los manantiales de la Jasidut hasta “afuera” se cumple principalmente en nuestra generación, cuando incluso los judíos que parecían alejados pueden ser alcanzados con amor y calidez, hasta revelar en ellos su conexión esencial con Hashem. Y a través de esto se cumple la promesa: “Con esto llegará el rey Mashíaj”.
(Basado en Sijot del Rebe, Jai Elul 5711 y 5741).

 

El mérito de la tzedaká cercana

El mérito de dar tzedaká a cada judío, incluso en lo material más simple, acerca la Gueulá. Porque a través de la unión entre el cuerpo y el alma, entre lo material y lo espiritual, se revela la verdadera esencia de la Torá, y esto prepara el mundo entero para la llegada de Mashíaj.
(Sijá del Rebe, Parashat Ki Tetzé 5751).

📖 (Fuentes: Likutei Sijot, Sefer HaSijot, Sefer Maamarim Melukat, Igrot Kodesh).

 

EL SECRETO DE LOS 4 ROSH HASHANÁ

EN CABALA Y JASIDUT

 


https://youtube.com/shorts/5lmbikjTb10

 

 

En la Mishná Rosh Hashaná 1:1 se enseña que hay cuatro “Rosh Hashaná” (cuatro comienzos del año), cada uno con un sentido cabalístico profundo:

📜 Los Cuatro Rosh Hashaná

1 de Nisán

Significado: Rosh Hashaná para los reyes y para las festividades. Representa el inicio de la revelación divina en la historia (Éxodo de Egipto). Simboliza la luz que viene de Arriba.

1 de Elul

Significado: Rosh Hashaná para el diezmo del ganado. El mes de la misericordia, cuando “el Rey está en el campo”. Prepara el alma para el gran juicio de Tishrei.

1 de Tishrei

Significado: Rosh Hashaná para los años, para el cómputo de los ciclos sabáticos y de jubileo, para el diezmo de los frutos y para la creación del mundo. Es el “Rosh Hashaná” conocido — el nacimiento de Adam. El día en que la Creación entera se renueva y coronamos a Hashem como Rey.

4. 15 de Shevat (Tu BiShvat) Significado: Rosh Hashaná de los árboles. Simboliza el alma del pueblo judío comparada con un árbol, cuyas raíces espirituales reciben nueva vitalidad.

🌟 Perspectiva cabalística

Estos cuatro comienzos corresponden a cuatro dimensiones de la vida:

Nisán → el tiempo sagrado (fiestas, revelación).

Elul → el alma del hombre (teshuvá y acercamiento).

Tishrei → el mundo en su totalidad (ciclo cósmico).

Shevat → la naturaleza y la tierra (nutrición espiritual y material).

Juntos forman la integración de lo Alto y lo Bajo: desde lo Divino que irrumpe (Nisán) hasta la vitalidad que asciende desde la tierra (Shevat).

 

שופר    SHOFAR

 


 

https://youtube.com/shorts/redKnB1pFws




De las enseñanzas del Rabino Itzjak Ginsburgh y su sistema de contemplación cabalística:

🔹 1. Las cinco etapas de la contemplación en cada palabra

El Rabino Ginsburgh enseña que cada palabra hebrea puede contemplarse en cinco niveles, que son como “peldaños” de meditación:

1.    תיקון – Tikún (arreglo): ver la palabra como está, su forma escrita, las letras en orden.

2.    צרוף – Tzeruf (combinación): permutar y combinar las letras para descubrir nuevas luces.

3.    מאמר – Maamar (dicho): contemplar la palabra como una declaración con contenido interior. Aquí la palabra empieza a “hablar” y transmitir un mensaje divino.

4.    מכלול – Mijlol (totalidad): ver la palabra en el contexto de todo el lenguaje y de todas las sefirot, como parte de un sistema mayor.

5.    חשבון – Jeshbón (cálculo): analizar la guematria, los valores numéricos, y cómo revelan dimensiones ocultas.

El texto que sigue trabaja con la tercera etapa – “maamar”, es decir, con la palabra shofar como una declaración espiritual viva.

 

🔹 2. El Shofar como “dicho” divino

En este nivel, la palabra שופר (shofar) se entiende no solo como un instrumento físico, sino como un mensaje que Hashem mismo nos dice en Rosh Hashaná.

  • שו = “kol Hashem jotzev lahevot esh” – “la voz de Hashem talla llamas de fuego” (Sal. 29). Aquí se despierta el fuego del alma judía (la ש simboliza el fuego), el anhelo infinito de salir de los límites del intelecto y las emociones y unirse a Hashem mismo (“élav velo lemidotav” – a Él, no a Sus atributos).
  • פר = expansión y fecundidad (como lehapir – fructificar). La energía del fuego interior necesita expandirse, fructificar y traducirse en acción rectificada.

Por eso, el shofar representa el encuentro entre la llama infinita del corazón y la voz ordenadora de Hashem (kol Havaia), que mide, endulza y canaliza la pasión para que se convierta en vida y servicio.

🔹 3. El maamar del Shofar

El Rabino Ginsburgh explica que el shofar es la unión de fuego y voz:

  • El fuego (ש) es el amor ardiente a Di-s.
  • La voz (ו–פר) es la medida y el canal que permiten que esa llama no consuma, sino que ilumine.

Así, la meditación en la palabra shofar en nivel maamar nos enseña:

  • El fuego del alma debe expresarse, pero no destruir.
  • La voz divina (kol Havaia) entra para ordenar, endulzar y permitir que la llama se traduzca en vida práctica.
  • El shofar se vuelve entonces un dicho de Hashem en mi interior, un mensaje que conecta Biná (madre suprema) con el corazón humano, dándole forma y dirección a la pasión espiritual.

En resumen: Según el Rabino Ginsburgh, meditar en shofar en el nivel de maamar significa escuchar en esa palabra una declaración viva de Hashem:
“Tu fuego interior es santo, pero necesita Mi voz para dirigirse, endulzarse y volverse vida. Así transformarás tu entusiasmo en verdadero ‘elige la vida’.”

 

https://galeinai.org.il/t/books/toc_h2_0_4/content/toc_h1_24

EL SECRETO DEL SHOFAR

Meditación e intención en las letras de la palabra shofar (en el nivel de “maamar” – “dicho”, como es sabido de las cinco etapas de contemplación en cada palabra: tikún, tzeruf, maamar, mikhlal, jeshbón):

שו – “el sonido de HaShem talla llamas de fuego” (Salmos 29:7). Cuando surge el fuego —el secreto de la letra ש de shofar (pues en toda parte la letra ש es la letra del fuego)—, la llama infinita en el corazón del judío se enciende, deseando salir de las limitaciones de los recipientes de su alma —intelecto y emociones—, hasta el anhelo de consumirse totalmente (kelot hanefesh), “a Él y no a Sus atributos”.

Entonces se atrae el “kol HaShem – la voz de Dios” (el secreto del llenado de la letra ו en shofar, cuando se escribe plena). Esto corresponde al versículo: “Subió Elokim con el trueno (con el fuego del entusiasmo); HaShem con el sonido del shofar” (Salmos 47:6). Es decir, una atracción de arriba hacia abajo que mide, limita y endulza la llama del fervor.

Este “kol – voz” es el quinto sonido entre los siete sonidos mencionados en el capítulo 29 de Tehilim, en el secreto de “Biná se expande hasta Hod” (y en su raíz suprema es el nivel de Biná de Radl”a). Es la voz de la teruá, que fluye de Ima Ilaá (la Madre Suprema, es decir, Biná) y resuena en el corazón del hombre —en el superior y en el inferior— para contener y medir la intensidad de su entusiasmo.

Por eso, la palabra תרועה – teruá equivale a cinco veces “kol” (voz) más la kolel (la unidad total), lo cual corresponde al secreto de la alef simple en el “kol shofar” (como se conoce en la intención del Baal Shem Tov).
De allí fluye del “Shaar Nun – la Puerta Cincuenta” (cuyo valor numérico es 655, igual a teruá).

Este es el secreto del versículo “Sas anojí – me alegro” (Salmos 119:162), que cura el estado de “Jolat ahavá aní – enferma de amor estoy” (Cantar de los Cantares 2:5), pues “jolá – enferma” equivale en guematria a 49, lo cual indica la carencia del quincuagésimo portal (Shaar Nun).

פ – “Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; río que fluye, manantial de sabiduría” (Proverbios 18:4).

La rectificación del fuego del entusiasmo antes mencionado se da en el secreto de la investidura de Guevurá de Atik —la talla de ese fuego, llamada “butsina de-kardunita” (la antorcha chispeante)— en el Moja Stimaa de Arij (el cerebro oculto de Arij Anpín). Esto corresponde al segundo de los trece tikunei galgalta (rectificaciones del cráneo), y se llama “Talá de-bedolja” (rocío de cristal).

Luego la luz fluye hacia toda la dikna kadisha (la barba sagrada) y se incluye en el secreto de “Puma kadisha” —la boca sagrada— (que es el duodécimo de los trece tikunim [“ve-jatá”]). Este es el secreto de la letra פ (pe, “boca”) del shofar, en Arij, dentro de la cual está oculto el Da’at supremo —el Da’at de Radla— que se revela en avir anpin (el aire/atmósfera de Arij).

El “río” es el secreto de “Notzer jésed la’alafim – preserva la bondad para miles” (Éxodo 34:7). Este es la fuente de Jojmá, pues Abba (Padre/Sabiduría) se nutre del octavo mazal [canal del “Tal” de Atik] llamado “Notzer jésed”.

Así también en Tehilim 33: “Ranenú tzadikim – cántenle justos”, donde hay trece nombres de Hashem (Y-H-V-H), correspondientes a las trece cualidades de misericordia. Como se sabe de la kavaná de Tashlij, el duodécimo nombre (בשם י״ב) es “Puma Kadisha – la boca sagrada”, que corresponde al versículo “nafshenu jiktá laHashem – nuestra alma espera en Hashem”.

En resumen: La פ de shofar representa la boca sagrada de Arij Anpín, donde se revela el Da’at supremo oculto. Esta boca es el canal por el cual el fuego del entusiasmo (ש) se rectifica y se convierte en un río de sabiduría que fluye desde el Notzer Jésed de Atik hacia Jojmá, a través de las trece cualidades de misericordia.

 

 

 


 

¿REZAR POR DINERO?

Una vez, antes de Rosh Hashaná, entró un jasid al Rabí Menajem Mendel de Kotsk y quiso recibir permiso para ir a su casa.

El tzadik le preguntó:

—¿Por qué quieres viajar a tu casa en Rosh Hashaná?

El jasid respondió que era el baal tefilá (oficiante) en su comunidad, y que lo hacía por dinero.

El Rebe le gritó:

—¡¿Cómo te atreves a rezar por dinero?!

El jasid se asustó mucho.

Al final, el Rebe lo despidió a su casa y le dijo:

—Reza…

Esperó un poco, y luego agregó:

—El dinero… tómalos.

¿Qué quería el Kotsker del jasid?

¿Está bien ser jazán pago, o no?

El Tzemaj Tzedek cuenta acerca de Rabí Mendel de Bar, uno de los discípulos del Baal Shem Tov, que solo daba drashot (sermones) en lugares donde le pagaban. Para él, eso era la señal del Cielo de que justamente allí debía hablar.

En efecto, una acción así debe hacerse con el secreto del Shiluaj Haken (el envío del nido):

“Despedirás a la madre (la razón material que llevó al cumplimiento de la mitzvá), y a los hijos (la mitzvá misma) tomarás para ti”.

Así, la necesidad material se transforma en el motivo de Hashem para realizar una mitzvá en santidad, y el rigor de la necesidad y de la carencia se endulza.

 

La enseñanza del Rebe de Kotsk

El Rebe de Kotsk percibió que en la conciencia del jasid se habían invertido los roles:

En vez de que el dinero lo conduzca a la tefilá, la tefilá como jazán se había convertido en el medio para obtener dinero.

Por eso exclamó con fuerza:

—¿¡Cómo es posible rezar por dinero!?

Pero, después de que el jasid se asustó y asimiló la lección, el Rebe pudo decirle:

—Haz lo tuyo y reza de verdad, y el dinero… tómalo.

Pero no como objetivo de la tefilá, sino solo como un medio que te lleva a ella.


CALENDARIO HEBREO: Rosh Hashaná

 

ROSH HASHANÁ Y LOS PATRIARCAS

 

En Rosh Hashaná, le pedimos a Dios que nos inscriba y selle para un buen año tanto en asuntos físicos como espirituales. Le pedimos hijos, vida y sustento, todo en abundancia. El sonido del shofar incluye tres sonidos: tekia, shevarim y terua. La tekia es un simple grito a Dios. El shevarim es como un gemido, y la terua es como un llanto.

El Arizal dice que la intención más simple que debemos tener durante el toque del shofar es despertar el mérito de los Patriarcas. Los tres sonidos diferentes corresponden a los tres Patriarcas, respectivamente. A nivel emocional, los patriarcas Abraham, Itzjak y Iaacov corresponden a los atributos de bondad (jesed), poder (guevurá) y belleza (tiferet), respectivamente. En la fuente de las emociones en la mente, los Patriarcas corresponden a la sabiduría (jojmá), el entendimiento (biná) y el conocimiento (da'at).

Del versículo Salmos 89:16 "Feliz es la nación que conoce la terua, Dios, a la luz de Tu rostro caminarán" אשרי העם יודעי תרועה ה' באור פניך יהלכון, aprendemos que la terua es da'at, correspondiente a Iaacov. Mientras que Abraham e Itzjak tuvieron hijos no-santos, Ishmael y Esav, la descendencia de Iaacov es toda santa. Terua está relacionado con los hijos, la persona que reza por los hijos llora reflejado por el sonido de la terua.

El versículo dice Proverbios 3:16: "Larga vida en su derecha, en su izquierda riqueza y honor", אֹרֶךְ יָמִים בִּימִינָהּ בִּשְׂמֹאולָהּ עֹשֶׁר וְכָבוֹד. De este versículo aprendemos que la derecha va junto con la vida, mientras que el sustento está relacionado con la izquierda. Abraham es la derecha e Itzjak la izquierda. El momento de tener en mente la vida propia es durante el sonido de tekia, el sonido simple, correspondiente a Abraham.

Cuando no tenemos sustento nos quejamos, estamos rotos. En hebreo, la palabra para 'quebrantado' es 'shever', la raíz del sonido shevarim del shofar. Shever también significa 'sustento' como en 'shever en Egipto', los alimentos que Iaacov encargó a sus hijos para que trajeran a casa desde Egipto. Gracias al shevarim de Itzjak despertamos la misericordia de lo alto y atraemos el sustento.